Un paro armado en el noroeste de Colombia declarado por el Clan Úsuga, principal banda criminal del país, dejaba al menos seis muertos este viernes, informaron las autoridades, que llamaron a la población a no dejarse amedrentar por las amenazas. La situación será analizada desde la tarde de este viernes en un consejo de seguridad encabezado por el presidente Juan Manuel Santos en Montería, capital del departamento de Córdoba, donde el gobierno detectó un deterioro de las condiciones de orden público, dijo el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
«Nuestras fuerzas no bajarán la guardia contra el crimen organizado y especialmente contra esta mafia peligrosa del Clan Úsuga«, afirmó en rueda de prensa.
El paro armado convocado desde las 00H00 del jueves por este grupo, surgido de la desmovilización de paramilitares hace una década y que se autodenomina Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), busca detener la circulación en las vías y la actividad comercial en el convulsionado Urabá, su zona de influencia.
«El gobierno ve con inmensa preocupación que haya invitaciones de esta mafia y de esta organización delictiva para mantener las amenazas durante el fin de semana», señaló Villegas.
En su último balance del paro, el ministro reportó la muerte de dos policías, un soldado profesional y un civil, que se suman a las de un militar y un policía la víspera.
Villegas señaló también que en una ruta hacia Montería un bus recibió una ráfaga de fusil que dejó cuatro civiles heridos, entre ellos un menor, todos fuera de peligro. Además, mencionó quemas de vehículos, motos incineradas, y restricciones al comercio y al transporte en algunas zonas rurales.
«La fuerza pública seguirá presente en Urabá, combatiendo el crimen organizado», aseguró. «No podemos permitir que se mezcle política con mafia, eso es algo que ya el país superó», añadió.
El Clan Úsuga o AGC, responsable según las autoridades de enviar toneladas de droga a Centroamérica, Estados Unidos y Europa, surgió tras la desmovilización masiva de paramilitares promovida por el gobierno de Álvaro Uribe entre 2003 y 2006, en un proceso que les ofrecía, a cambio, beneficios jurídicos, pero que en algunos casos derivó en la creación de bandas criminales.
«Reacción a Agamenón»
Tras evaluar con altos mandos militares y policiales las acciones del Clan Úsuga, el ministro dijo que la mayoría de los actos violentos de este paro armado han sido contra la población civil (63%), seguidos de ataques contra la fuerza pública (27%) y contra la infraestructura (10%).
Los departamentos más afectados son Antioquia, Chocó y Córdoba, apuntó, aunque subrayó que en varios municipios la actividad era normal este viernes.
La víspera, la estatal Defensoría del Pueblo, que vela por el respeto a los derechos humanos en el país, dijo que en varios municipios de Antioquia, Chocó, Córdoba y Norte de Santander estaba paralizado el servicio de transporte por carretera y fluvial, y se registraba cierre de colegios y comercios.
«Claramente se establece, de los análisis de la policía y fuerzas militares, que esta es una reacción a la inmensa presión que esa organización tiene hoy por parte de nuestra fuerza publica», enfatizó Villegas, en alusión a la Operación Agamenón, que el gobierno desarrolla desde el año pasado contra el Clan Úsuga.
Según cifras oficiales, 574 miembros de esa banda fueron capturados y casi 42 toneladas de cocaína por valor de 125 millones de dólares fueron incautadas en el marco de esa operación, que tiene entre sus objetivos al líder de la organización, Darío Antonio Úsuga, alias Otoniel, el narcotraficante más buscado del país.
«La operación Agamenón se mantiene con toda su fuerza y toda la capacidad del Estado», enfatizó Villegas, tras reportar 56 capturas de presuntos miembros del Clan Úsuga en las últimas 24 horas.
Las bandas criminales, o «bacrim» como se las conoce, son según analistas y observadores internacionales el principal desafío de seguridad para Colombia en un escenario de paz con las guerrillas, con las que el gobierno negocia para poner fin a medio siglo de guerra interna.