Seis policías murieron y 23 personas resultaron heridas, incluidos agentes que se hallan en estado grave, al estallar este jueves un coche bomba en una estación de autobuses en la ciudad turca de Diyarkabir, de mayoría kurda, informó una fuente de seguridad. El vehículo cargado de explosivos estalló al paso de un autocar policial en la principal terminal de autobuses de la ciudad. De los 23 heridos, al menos ocho son policías.
El ataque se produjo en vísperas de una visita del primer ministro Ahmet Davutoglu a la ciudad.
Turquía vive desde hace varias semanas en estado de urgencia permanente a causa de continuos atentados y ataques, atribuidos a los yihadistas o relacionados con la reanudación del conflicto kurdo.
El último atentado, de carácter suicida, fue atribuido por las autoridades turcas al grupo Estado Islámico, que el pasado 19 de marzo mató a cuatro turistas extranjeros e hirió a una treintena de personas en pleno centro de Estambul.
Seis días antes, 35 personas murieron al estallar un coche bomba en el centro de Ankara, ataque reivindicado por un grupo radical kurdo cercano al principal partido rebelde, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Tras más de dos años de alto el fuego, el conflicto kurdo volvió a estallar el pasado verano (boreal). En la región de Anatolia (sur de Turquía) son numerosas las ciudades bajo toque de queda, escenario de ataques que antes sólo ocurrían en las zonas rurales.