Al menos siete civiles murieron y 23 resultaron heridos al inmolarse un suicida en la capital iraquí el martes, informaron fuentes oficiales. Un agente de policía dijo que el suicida detonó sus explosivos en medio de un grupo de jornaleros en la plaza Tayaran de Bagdad.
Un funcionario médico confirmó las cifras. Las fuentes hablaron bajo la condición de no ser identificadas por no estar autorizadas a informar a la prensa.
El grupo Estado Islámico en una declaración que hicieron circular sus partidarios reivindicó el ataque y dijo que el blanco eran milicianos chiítas. Últimamente los extremistas sunitas han perpetrado grandes ataques a la mayoría chiíta y los servicios de seguridad.
En tanto, el Estado Islámico está perdiendo terreno en varios frentes en Siria e Irak, donde gobierna un autotitulado califato.
En febrero pasado al menos nueve personas murieron en un doble atentado suicida contra una mezquita chiita en el noroeste de la capital iraquí, Bagdad, indicó la policía. Dos kamikazes que llevaban cinturones explosivos se hicieron estallar frente a la mezquita de Rasul al Azam, en el barrio al Shaala, dejando al menos nueve muertos y 22 heridos, incluyendo miembros de la policía, dijo un funcionario de las fuerzas de seguridad.
El primer kamikaze se hizo estallar en medio de fieles que salían de la mezquita, matando e hiriendo a algunos de ellos.
La segunda explosión apuntó a fuerzas de la policía que llegaron para socorrer a los heridos, añadió el funcionario.