Los padres de un soldado sirio decapitado por el grupo Estado Islámico (EI), cuya muerte fue mostrada en un vídeo en el que aparece el francés Maxime Hauchard, presunto verdugo de la organización yihadista, fueron recibidos en París por un juez, indicó el martes su abogado. «Ésta es la primera vez que una familia siria es demandante en una causa en la que está implicado un yihadista francés instalado en Siria», señaló el abogado, Fabrice Delinde.
La audiencia, que tuvo lugar el viernes, permitió a la «familia evocar las condiciones particularmente atroces que rodean el caso de su hijo», agregó.
Maxime Hauchard, de 24 años, fue formalmente identificado en un vídeo difundido en noviembre de 2014 por el EI, en el que se mostraba las decapitaciones del rehén estadounidense Peter Kassig y de 18 soldados sirios prisioneros, entre ellos el oficial Ghaisse M.
El 26 de diciembre de 2014, la justicia francesa abrió una investigación por «asesinato en relación con una empresa terrorista», y Maxime Hauchard es objeto de una orden de captura internacional.
Los padres del oficial se declararon demandantes en Francia en febrero de 2015. Rechazada en un primer momento, su demanda fue aceptada en apelación, pero la fiscalía presentó un recurso ante el tribunal de casación.
«La justicia siria no puede funcionar en el contexto actual. Corresponde a Francia juzgar a sus ciudadanos cuando han cometido crímenes atroces en nuestro país», declaró Ghassan M., el padre del oficial.
Su hijo, de 30 años, fue hecho prisionero en 2013 por el Ejército Sirio Libre (ESL), que lucha contra el régimen de Bashar al Asad. El ESL lo entregó seis meses después al frente Al Nosra, la rama siria de Al Qaida.
«Pagamos un rescate al Frente Al Nosra, pero ellos lo torturaron y lo vendieron» al Estado Islámico, «que lo decapitó», agregó el padre, recalcando que «todo eso es contrario al trato de los prisioneros de guerra previsto en las convenciones internacionales».