Científicos de Panamá investigarán el virus del Zika en busca de medicamentos para combatir ese mal que ha contagiado a miles de personas en América Latina, informaron este martes los responsables del estudio. La investigación estará centrada en su primera fase en el mosquito Aedes aegypti, transmisor del virus.
La segunda fase, en desarrollar nuevos métodos de diagnóstico y la tercera en buscar formas de atacar el virus con medicamentos. El proyecto tiene un costo de 800.000 dólares durante el primer año y 300.000 dólares por cada año adicional que se desarrolle.
«La lucha contra el zika no puede esperar y esperamos contribuir con otros estudios» para combatir el virus, dijo Néstor Sosa, Director del Instituto Conmemorativo Gorgas, un centro de investigaciones de enfermedades tropicales en Panamá y uno de los impulsores del proyecto.
Panamá ha registrado 149 casos de zika y el pasado 18 registró la primera muerte de un bebé con microcefalia, cuya madre dio positivo a esa enfermedad.
Los primeros casos del mal se produjeron en la comarca indígena de Guna Yala, desde donde el virus se ha ido extendiendo por todo el país.
El zika es transmitido por el mosquito Aedes aegypti y se sospecha que la infección del virus provoque microcefalia, una malformación congénita irreversible en el feto.
La OMS alerta de miles de casos de microcefalia por el zika en Brasil
El zika es una bomba de relojería. Los 2.500 casos de bebés nacidos con microcefalia que se la atribuyen hasta ahora en el nordeste de Brasil son sólo el principio de la gran epidemia que previsiblemente se extenderá en los próximos meses por los 38 países y territorios de América afectados por el virus, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cuanto más sabemos del zika, peor parece la situación, ha declarado Margaret Chan, directora general de la OMS, en una rueda telefónica. Se ha descubierto que el virus del zika, que en la mayoría de los casos causa una infección leve, tiene afinidad por las células del sistema nervioso, por lo que en una minoría de afectados tiene consecuencias graves.
La infección durante el embarazo, sobre todo durante el primer trimestre, puede causar graves malformaciones en el feto. Los daños incluyen la microcefalia, que se caracteriza por un tamaño inusualmente pequeño del cerebro y de la cabeza, pero también malformaciones estructurales del sistema nervioso que pueden llevar a una interrupción del embarazo, a la muerte del bebé en las primeras semanas de vida o a una discapacidad permanente.
En adultos, según una estimación de la OMS, aproximadamente un 1% de las personas infectadas por el zika podrían sufrir el síndrome de Guillain-Barré, una rara enfermedad que afecta a las neuronas del sistema nervioso periférico, lo que puede ocasionar parálisis. Aunque la mayoría de casos remiten en cuestión de semanas o meses, hay pacientes que se ven afectados durante años y una minoría de casos en los que el síndrome resulta mortal.
Ha emergido un patrón, advierte Margaret Chan. La circulación del virus en un territorio viene seguida unas tres semanas después por un aumento de casos de Guillain-Barré. La microcefalia llega [unos seis meses] más tarde.
Sin embargo, vista la velocidad a la que el zika se está expandiendo en América, la OMS prevé miles de casos adicionales de microcefalia y de síndrome de Guillain-Barré en los próximos meses. Recibimos notificaciones de casos nuevos a diario, ha explicado en la rueda de prensa Chris Dye, director de Estrategia, Políticas e Información de la OMS.
No tenemos un buen test de diagnóstico para una enfermedad que habitualmente es leve y que seguramente afecta a muchos millones de personas, por lo que en estos momentos se desconoce la magnitud de la epidemia, admite Dye. Pero nuestra previsión es que, en el conjunto de América, habrá muchos miles de casos más de complicaciones graves en los próximos meses.
En este contexto, la OMS ha establecido como prioridad el desarrollo de una prueba de diagnóstico del zika que se pueda aplicar a gran escala y de vacunas para prevenir la infección.