Las autoridades españolas detuvieron a seis personas sospechosas de dirigir un grupo de pesca ilegal, que capturó más de 3.500 toneladas de merluza negra, una especie protegida, en aguas de la Antártida, informó el gobierno este viernes. Otras 16 personas están siendo investigadas por su presunta participación en estas actividades, dentro de una operación realizada conjuntamente con Interpol, precisó el ministerio del Interior en un comunicado.
La Guardia Civil española inició la investigación en marzo de 2015 tras haber sido alertada por el ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente sobre «la actividad de un grupo de armadores ubicado en Galicia responsable de diversas infracciones» en materia de pesca, «no sólo en España, sino también en otros países».
«Se ha determinado que podrían haberse capturado de manera ilegal más de 3.500 toneladas de merluza negra», subrayaba el comunicado.
El beneficio obtenido por el grupo con esta actividad «puede superar los 10 millones de euros por temporada», es decir unos 11,3 millones de dólares, agregó.
La merluza negra, también conocida como bacalao austral o mero chileno del sur, es un gran pez alargado de coloración gris oscuro en el dorso y los flancos que vive en las aguas frías y profundas del hemisferio sur. Es muy apreciada en Estados Unidos y Japón por su carne delicada.
En peligro creciente de extinción, es una especie protegida que sólo se puede pescar respetando un sistema de cuotas.
La venta de este pescado de carne blanca es tan lucrativa que los pescadores ilegales lo denoniman «oro blanco».
Su precio medio es de 50 euros (56 dólares) el kilo, según el ministerio español del Interior.
«Las más de veinte personas implicadas, entre detenidos e investigados, han sido acusadas por su relación en presuntos delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, blanqueo de capitales y falsedad documental, todo ello bajo estructura de grupo criminal organizado», precisó.