Miles de mujeres embarazadas afectadas por el actual brote de virus de Zika corren riesgo de dar a luz a un bebé con microcefalia, según los resultados de una nueva investigación sobre este virus que transmiten los mosquitos y que se está expandiendo desde Brasil a casi toda América. Brasil ha confirmado más de 740 casos de microcefalia, un trastorno por el cual los niños nacen con cabeza y cerebro anormalmente pequeños.
Las autoridades creen que la mayoría están vinculados con la infección de las mamás con el virus de Zika. El país sudamericano investiga además otros 4.200 posibles casos de microcefalia.
En el nuevo estudio publicado en la revista médica Lancet, que analizó un brote de virus de Zika en 2013 y 2014 en la Polinesia Francesa, los investigadores dijeron que el riesgo de microcefalia es de 1 por cada 100 mujeres infectadas durante el primer trimestre del embarazo.
Si bien los expertos dijeron que se requieren más pesquisas para comprender los mecanismos biológicos por medio de los cuales el virus de Zika podría provocar microcefalia, estos hallazgos sugieren que la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que las mujeres embarazadas se protejan de los mosquitos es una precaución sensata.
«Nuestro análisis avala firmemente la hipótesis de que la infección con el virus de Zika durante el primer trimestre del embarazo está asociada con un mayor riesgo de microcefalia«, afirmó Simon Cauchemez, experto del Instituto Pasteur de Francia que co-dirigió el estudio.
La OMS señala que el brote que se inició en Brasil en 2014, y que en febrero de este año fue declarado como una emergencia de salud pública por la sospecha de su relación con la microcefalia, se está extendiendo rápidamente por América, con transmisión reportada en 31 países y territorios de la región.
El equipo de Cauchemez estudió el brote de virus de Zika en la Polinesia Francesa entre octubre de 2013 y abril de 2014, durante el cual se identificaron ocho casos de microcefalia. Cinco de los embarazos fueron interrumpidos y tres bebés nacieron con el trastorno.
Usando esos datos, los investigadores aplicaron modelos para estimar las cifras esperadas de microcefalia bajo distintos escenarios de riesgo. Comparando los modelos con el número y momento en que se dieron los casos concretos de microcefalia en la Polinesia, el equipo llegó a la conclusión de que el primer trimestre de embarazo estaba ligado al mayor riesgo.
Los investigadores estimaron así el riesgo de la enfermedad congénita en 95 de cada 10.000, o cerca de un 1 por ciento, de las mujeres embarazadas que contrajeran el virus de Zika en el primer trimestre.