Cinco años de guerra han afectado profundamente a los niños sirios que han «crecido demasiado rápido» en un contexto de «violencia, miedo y desarraigo», lamenta Unicef en un informe publicado el lunes. Unos 3,7 millones de niños sirios, es decir uno de cada tres niños, han nacido desde el 15 de marzo de 2011, fecha del inicio de la revuelta que degeneró en guerra civil en Siria, según esta informe titulado «No es un lugar para los niños».
«Todo niño de hasta cinco años no conoce la Siria que recuerdan sus padres. Las bombas han dejado en ruinas las escuelas, hospitales y parques», denuncia el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas.
El conflicto afecta actualmente a 8,4 millones de niños sirios, es decir a más del 80% de los niños, ya sea en Siria o en el exilio, según Unicef.
«Cinco años después (del inicio de) la guerra, millones de niños han crecido demasiado rápido», lamenta Peter Salama, director de la Unicef para Medio Oriente y África del Norte. «Siguen abandonando la escuela, y muchos tienen que trabajar, mientras que las niñas se casan a temprana edad».
En este sombrío contexto se esboza una frágil esperanza desde la entrada en vigor el 27 de febrero de una tregua y el inicio de negociaciones entre el régimen y la oposición el lunes en Ginebra.
Escolares de las zonas controladas por los rebeldes en Alepo (norte) han podido salir de los sótanos donde, por miedo a los ataques aéreos, recibían clases, constató un periodista de la AFP.
«Gracias a la tregua podemos jugar al aire libre», cuenta Sidra, una pequeña siria. «Antes de la tregua, no podíamos jugar o comer en el patio», señala Sarah, su compañera de la escuela Abdel Kader Bazenjki, en el barrio de al Fardus.
En su informe Unicef denuncia 1.500 «violaciones graves» perpetradas en 2015 contra niños, la mayoría de ellos víctimas de «armas explosivas». Más de un tercio de ellos murieron en la escuela o cuando iban a ésta.
Asimismo, «la tasa de escolarización en Siria ha tocado fondo», dice Unicef, que estima que 2,1 millones de niños en Siria no van a la escuela.
Reclutados cada vez más jóvenes
La agencia de la ONU expresa también su preocupación por el reclutamiento de niños cada vez más jóvenes por las diferentes partes en conflicto.
Al inicio, este fenómeno afectaba sobre todo a varones de entre 15 a 17 años, que se desempeñaban como apoyo detrás de las líneas del frente. Pero, en 2015, más de la mitad de los reclutas tenían menos de 15 años, indica el informe.
Estos jóvenes reciben entrenamiento militar, participan en los combates o se les asigna misiones que ponen en riesgo su vida, tales como el transporte y el mantenimiento de las armas.
La Unicef cita el ejemplo de Huda, una niña que a los 14 años fue forzada a combatir. «Estaba aterrorizada. El comandante me dio un arma y me pidió alistarme para el frente», cuenta esta joven que vive hoy en un campo de refugiados en Jordania.
El grupo yihadista Estado Islámico ha difundido varios videos macabros en los que se ve a niños, a veces muy jóvenes, ejecutando a prisioneros.
La ONG Save the Children expresó recientemente su preocupación por los efectos devastadores de los conflictos sobre la salud mental de los niños.
Para Unicef, se necesitan 1.400 millones de dólares en 2016 para ayudar a los niños a recuperar su dignidad y bienestar. Pero la agencia solo ha recibido 6% de los fondos necesarios.