Cinco personas murieron en un tiroteo contra personas que participaban en un asado familiar en una vivienda en Wilkinsburg, en el estado de Pensilvania, noreste de Estados Unidos, informó la Policía, que mantiene la búsqueda de al menos dos sospechosos. «Las pruebas balísticas muestran que dos personas dispararon con dos armas diferentes», indicó la Policía en un comunicado.
Hasta ahora nadie fue arrestado y las autoridades urgieron a posibles testigos a colaborar con la investigación, la que aún se encuentra en etapa preliminar.
Las autoridades piensan que pudo tratarse de una emboscada contra la familia. Al parecer los primeros disparos vinieron de un callejón adyacente al patio trasero de la casa donde se celebraba un asado a la parrilla. Cuando los asistentes trataron de refugiarse en el interior de la morada se produjeron nuevos disparos.
Las cinco víctimas son todos negros con edades de entre 25 a 37 años. Cuatro de ellas -tres mujeres y un hombre- murieron frente a la puerta trasera de la casa y una mujer falleció al llegar al hospital, precisó la policía del condado de Allegheny en un comunicado.
En tanto, dos hombres se encuentran hospitalizados en condición crítica y una mujer permanece estable tras el incidente que tuvo lugar a última hora del miércoles en Wilkinsburg, localidad de unos 16.000 habitantes ubicada a unos 10 km de Pittsburgh.
El teniente Andrew Schurman, del Departamento de Policía del condado de Allegheny, dijo a la AFP que por el momento la Policía no creía que nadie en la fiesta haya respondido a los disparos.
Schurman agregó que los sospechosos estaban a pie en el momento del tiroteo pero que aún no estaba claro cómo abandonaron la escena del múltiple crimen.
Según el canal KDKA, afiliado a CBS, los vecinos dijeron haber escuchado entre 30 y 40 disparos.
Siete ambulancias acudieron al lugar del incidente, informó el canal WPXI, citando a los servicios de emergencia.
Barrio tranquilo
Kayla Alexander, residente del vecindario, dijo a WFXI que la calle en la que tuvo lugar el tiroteo es muy tranquila y que siempre hay niños jugando afuera.
«Esta calle siempre es tranquila, no hay nada más que niños en la calle», dijo Alexander. «Estoy conmovida… es muy triste», agregó.
Imágenes de la televisión mostraban un importante dispositivo policial que cerró las calles, mientras varias personas se juntaban del otro lado del vallado visiblemente turbadas, llorando y abrazándose.
WPXI indicó que algunas de esas personas perdieron familiares en el incidente.
«¡Mi pequeña! ¡Mi pequeña!», gritaba desconsolada una mujer, de acuerdo con la emisora WTAE-TV Pittsburgh.
Varios casquillos de bala tapizaban el callejón mientras la policía procesaba la escena, agregó.
Este tiroteo es el último de una serie de ataques con armas de fuego en Estados Unidos, donde este tipo de hechos se han vuelto comunes.
El mes pasado, un trabajador de una fábrica mató a tres personas e hirió a 17 en un tiroteo en Kansas.
Otros incidentes recientes incluyen un tiroteo perpetrado por un conductor de Uber que dejó seis muertos en Michigan, y el ataque en diciembre pasado de San Bernardino, California, que dejó 14 muertos.
Unas 30.000 personas mueren anualmente en ese país en incidentes con armas de fuego. El año pasado se registraron 330 tiroteos.