El estado de Texas (EE.UU.) ejecutó a Coy Westbrook, un hombre que en 1997 asesinó a su exesposa y a cuatro de sus amigos durante una fiesta.
A Westbrook, de 58 años, lo declararon muerto a las 20.04 hora local (02.04 GMT) después de recibir una inyección letal en la prisión de Huntsville.
«Quiero decir que siento el dolor que os he causado. Siento no poder devolver a todo el mundo. Ojalá pudiese ser diferente», fueron sus últimas palabras.
El 12 de noviembre de 1997 Westbrook acudió a casa de su exesposa, Gloria Jean Coons, con el propósito de reconciliarse con ella.
Sin embargo, cuando llegó a la vivienda se encontró con una fiesta en la que había cuatro personas además de Coons: Diana Ruth Money, Anthony Ray Rogers, Antonio Cruz y Kelly Hazlip.
Westbrook decidió entonces quedarse y unirse a la fiesta.
En un momento de la noche, el ejecutado se percató que su exesposa y dos de los hombres (Rogers y Hazlip) se habían escabullido de la fiesta y estaban manteniendo relaciones sexuales.
Fue entonces cuando Westbrook fue a buscar la escopeta que llevaba en su vehículo y mató a los cinco que estaban dentro de la vivienda. A su exesposa y a Hazlip les disparó mientras tenían sexo.
Todos murieron en el acto excepto Hazlip, que agonizó durante cinco días antes de fallecer.
Minutos después del tiroteo llegó la Policía y detuvo al asesino, que les estaba esperando.
Westbrook se convirtió en el octavo preso ejecutado este año en Estados Unidos y el cuarto en Texas.
Desde que se reinstauró la pena de muerte en 1976, Estados Unidos ha ejecutado a 1.430 presos, la mayoría de ellos en Texas (535).