El brutal asesinato de un joven en Roma, presuntamente a manos de dos conocidos que habían pasado horas consumiendo drogas y alcohol, conmocionó a Italia y los investigadores se afanan ahora por conocer los pormenores del crimen.
Es el caso de Luca Varani, de 23 años, torturado durante la noche del pasado jueves y asesinado posteriormente al parecer a manos de Manuel Foffo, que ha confesado los hechos, y de su amigo Marco Prato, ambos conocidos.
Según la confesión de Foffo, difundida por los medios, los dos acordaron llamar a una persona para asesinarla y experimentar qué se siente al cometer un homicidio.
El abogado de Foffo, Michele Andreano, aseguró a Radio24 que su cliente «está profundamente arrepentido de lo que ha hecho y con el paso del tiempo se ha dado cuenta del drama que ha provocado».
¨En el momento no se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Muestra de ello es que durmieron en casa con el cadáver, quizá durante horas, y después se fueron a dar una vuelta por Roma, que es cuando se percataron del crimen», señaló.
El suceso se produjo en un apartamento de la periferia romana propiedad de Foffo, donde este y Prato habían pasado desde el pasado miércoles a base de cocaína y bebidas alcohólicas y donde al parecer asesinaron a Varani.
Con la intención de experimentar qué se siente al cometer un homicidio, ambos invitaron al festín a Varani, ofreciéndole cien euros a cambio de que mantuviera relaciones sexuales con ellos.
Le desnudaron y, posteriormente, le torturaron durante horas y le asesinaron brutalmente, hasta el punto de que su cadáver muestra martillazos en el cráneo y las cuerdas vocales sajadas.
Los medios publican hoy algunos extractos de la confesión de Foffo.
¨Mientras le golpeábamos (a Varani) no sentíamos placer pero no era capaz de detenerme, aunque sí que he sentido momentos de vergüenza. Le hemos torturado realmente. Recuerdo sólo que la muerte se produjo después de mucho tiempo y que sufrió mucho», relató.
Añadió que «no recuerdo cuántas cuchilladas tenía en el cuello pero fue Marco Prato quien asestó la puñalada en el corazón, dejando clavado el cuchillo. Luca estaba aún vivo antes de esa cuchillada».
Tras el homicidio, Foffo y Prato se durmieron junto al cadáver y, al despertarse, salieron de casa y acudieron a varios bares de la ciudad.
El domingo cada uno siguió un curso distinto: Prato acudió a un hotel para tratar de suicidarse ingiriendo barbitúricos y alcohol, si bien fue finalmente rescatado, mientras que Foffo confesó los hechos a su padre y se entregó a la policía.
Ambos han sido internados en la penitenciaría romana de Regina Coeli, acusados de homicidio premeditado con el agravante de crueldad, y mañana serán interrogados para tratar de esclarecer, entre otras cosas, por qué eligieron a Luca Varani.