Cinco mujeres trabajan en la importante y difícil labor de la técnica canina en el Sistema Penitenciario Nacional. Entre ellas se destaca Stefanie López, una joven que junto a «Johny», su perrita, diario practica para vigilar y estar detectando cualquier anomalía en el penal.
Ingresó muy joven a la Policía Nacional pero su pasión es trabajar con los perros, un trabajo en el que predominan los hombres.
López divide su vida entre su apasionado trabajo y su familia.
Dice que lo importante es conocer a su perra con la que se identifica y tiene una relación muy estrecha.
Considera que las mujeres se pueden desarrollar en cualquier ámbito laboral, todo es cuestión de empeño, entrega y pasión por lo que se hace.