Al menos 25 personas murieron y decenas más resultaron heridas en dos ataques terroristas perpetrados hoy en Afganistán.
Un talibán se inmoló cerca del Ministerio de Defensa afgano en Kabul, causando numerosas víctimas horas después de otro ataque en el este del país que dejó 13 muertos y puso en duda las perspectivas de nuevas negociaciones de paz.
El ataque en Kabul, que tuvo lugar mientras los trabajadores del Ministerio de Defensa abandonaban las oficinas, provocó la muerte de 12 personas y heridas a ocho, según un comunicado de esa cartera, aunque la policía de Kabul dijo que había 9 muertos y 13 heridos.
Testigos en el lugar, donde se veía una larga columna de humo, dijeron que habían visto varios cadáveres en el suelo.
La zona fue acordonada y vehículos de la policía y el Ejército rodearon el lugar de la explosión.
Los talibanes reivindicaron la responsabilidad del ataque y su portavoz, Zabihullah Mujahid, dijo que éste provocó la muerte de 23 oficiales y heridas a otros 29, añadiendo que no hubo víctimas civiles.
El ataque se produce mientras funcionarios de Afganistán, Pakistán, Estados Unidos y China presionan para retomar el proceso de paz interrumpido el año pasado entre el gobierno afgano, respaldado por Occidente, y los talibanes.
En un comunicado tras el ataque en el este del país, en la provincia de Kunar, el presidente Ashraf Ghani dijo que su Gobierno no llevaría a cabo negociaciones de paz con grupos que matan a personas inocentes y agregó que las fuerzas de seguridad acelerarán la lucha contra el terrorismo.
El sábado más temprano, otro suicida mató a un comandante de la milicia local y a otras 12 personas afuera del complejo del gobernador en Asadabad, la capital provincial de Kunar, cerca de la frontera con Pakistán.
El gobernador provincial Wahidullah Kalimzai dijo que el atacante iba en una moto por la entrada del complejo y se inmoló, provocando heridas al menos a 40 personas, en su mayoría civiles y niños.