Un aparatoso accidente de tránsito se registró en el barrio San Judas, cuando el conductor de un vehículo quedó patas arriba por abrocharle el cinturón de seguridad a su hija, a una niña de 4 años quien iba en el asiento del copiloto.
El hombre terminó volcándose tras perder de vista el camino, lo que provocó impactar contra otro vehículo que estaba parqueado afuera de una vivienda. Por puro milagro, la infante no resultó con golpes de consideración, tan solo fue el susto, al igual que el conductor. Este no quiso brindar información de cómo había ocurrido el percance, y se notó nervioso, mientras realizaba las diligencia con el seguro del vehículo.
La dueña del vehículo perjudicado alegó que, `por gracia de Dios´, no había nadie a bordo de este, puesto que no tenían mucho tiempo de haber llegado del colegio de sus hijos, por lo que decidieron parquearse para entrar a la vivienda y arreglar unas diligencias para luego abordar el vehículo y dirigirse hacia sus respectivos trabajos.