Panamá expandió su alerta sanitario a todo el territorio y destinó diez millones de dólares para intentar frenar el brote de zika que hasta ahora está confinado a una comarca indígena en el Caribe. Las autoridades de Salud informaron el miércoles que la cifra de contagiados por el virus del zika se incrementó a 60, siete más que el lunes.
El viceministro de Salud Miguel Mayo confirmó que hasta el momento la enfermedad se mantiene sólo en la comarca Guna Yala, pero consideró que es difícil evitar que se disemine.
«Parece inminente que se pueda esparcir a nivel nacional por eso creemos oportuno desde este momento estar preparados para esta posible progresión del virus», sostuvo el doctor.
En la noche del martes en una reunión de gabinete el gobierno emitió una resolución que decreta el alerta sanitario en todo el país y destinó una partida presupuestaria de hasta diez millones de dólares para intentar frenar el brote. Dicho monto será para adquirir insumos, servicios y desplazamiento de personal y se podría incrementar conforme se comporte la enfermedad.
El alerta sanitario nacional ordena a «todas las entidades públicas, de manera inmediata, poner a disposición del Ministerio de Salud todos los recursos económicos, físicos y humanos que dicha dependencia requiera para la ejecución de los planes de prevención y control de la enfermedad», dijo la presidencia en un comunicado.
En diciembre, cuando se detectaron los tres primeros casos de zika, las autoridades habían decretado un alerta sanitario en la comarca.
La comarca Guna, que incluye una franja de tierra firme al norte del país limítrofe con Colombia y un archipiélago en el Caribe, es visitada por extranjeros y el turismo constituye una actividad importante de sustento para los nativos.
De momento las autoridades no han prohibido el ingreso de visitantes a la comarca pero han advertido a las mujeres embarazadas y con planes de procrear que eviten visitar el área. También han recomendado a las mujeres de la comarca aplazar los embarazos, una medida que enfrenta cierta resistencia de los indígenas celosos de sus costumbres y que no suelen planificar la concepción.
El cacique Maximiliano Ferrer dijo The Associated Press que no es una tarea fácil. «Eso requiere educación, que el gobierno dé presupuesto a los educadores, a los promotores para que orienten a la mujer guna sin lesionar sus patrones culturales… es muy difícil», sostuvo.
Desde que apareció el primer caso a mediados de noviembre sólo se ha detectado a una mujer embarazada con el virus a la que se le está dando seguimiento. El doctor Mayo dijo que a esa paciente se le han realizado dos ultrasonidos con resultados normales.
El virus se está propagando rápidamente por Latinoamérica. Aunque la mayoría de la gente no sufre síntoma alguno, el zika podría estar causando que los bebés nazcan con cabezas anormalmente pequeñas.