Un prisionero fue ejecutado el martes en Texas por el homicidio con arma de fuego de un empleado de una licorería del área de Dallas durante un robo ocurrido hace más de 25 años.
La ejecución de Gustavo García por inyección letal fue la tercera del año en Texas, estado que realiza más ejecuciones que cualquier otro en Estados Unidos. García, de 43 años, tenía 18 cuando ocurrió el asesinato.
García fue sentenciado a la pena de muerte por haber matado a Craig Turski, de 43 años, durante un robo a mano armada ocurrido en diciembre de 1990 en Plano. Fue uno de dos homicidios durante robo vinculados a García y a otro adolescente en el suburbio de Dallas.
Los abogados de García no realizaron intentos jurídicos de último momento para detener la ejecución después que la Corte Suprema rechazó la semana pasada escuchar una nueva apelación. Un juez federal tampoco la detuvo y la Junta de Libertad Condicional rechazó una petición de clemencia.