Tras un segundo colapso de una mina en Sudáfrica el sábado, rescatistas se vieron obligados a suspender la búsqueda de tres personas que quedaron bajo tierra durante más de una semana. Así lo informó el gerente de la mina.
Los equipos de rescate intentaban llegar a mineros atrapados de un contenedor que quedó atrapado bajo toneladas de escombro después de que se colapsara la mina el 5 de febrero. Dos mujeres y un hombre Pretty Mabuza, Yvonne Mnisi y Solomon Nyarenda trabajaban al interior del contenedor de la oficina móvil distribuyendo linternas de cabeza y equipo de seguridad a los mineros cuando un pilar subterráneo se desplomó y creó un socavón que se tragó al contenedor.
Desde el martes no había señales de vida al interior del contenedor, dijo Mike Begg, gerente de la mina de oro Lily propiedad de Vantage Goldfields con sede en Australia. Antes de ese día, los rescatistas podían escuchar golpeteos.
Después de que la mina se colapsara por segunda ocasión, los equipos de rescate tuvieron que ser evacuados, Begg le dijo a The Associated Press. Cuarenta personas habían estado bajo tierra para desenterrar el contenedor, agregó.
El gerente de la mina le dijo a la prensa que la búsqueda de ocho días comenzó a cobrar factura en los rescatistas, algunos de los cuales comenzaron a enfermarse.
«Es un proceso lento», dijo Begg, quien traía una camisa sucia y desaliñada, y manchas en la cara.
Las familias de los mineros atrapados no han dejado la mina en la provincia oriental de Mpumlanga, mientras rezan durante la búsqueda, informó la prensa sudafricana. Los 87 mineros que quedaron bajo tierra cuando sucedió el colapso fueron rescatados.