El primer ministro italiano, Matteo Renzi, advirtió a Egipto que la amistad entre los dos países estaba en juego por la tortura y muerte en El Cairo de un estudiante italiano, cuyo conmovedor entierro se celebró este viernes en el norte de Italia. Más de 3.000 personas asistieron a la ceremonia en una escuela de Fiumicello, la ciudad natal de Giulio Regeni, de 28 años, cuyo cuerpo torturado y mutilado fue encontrado en una zanja diez días después de su desaparición el 25 de enero en El Cairo.
La ceremonia privada a pedido de la familia duró unas dos horas, durante las cuales leyeron un mensaje de la madre.
«Gracias por la enseñanza que me dejas: la energía que tenías para defender tus ideas permanecerá en mi corazón, así como tus ideas sobre cómo amar, cómo entender y cómo construir la tolerancia. Te amo», dijo.
Representantes cristianos, judíos y musulmanes asistieron al entierro. El sacerdote copto egipcio Mandua, que había bendecido el cuerpo en El Cairo, declaró que espera que la muerte de Giulio Regeni ayude a salvar la vida de otros prisioneros en Egipto.
Decenas de familiares y amigos de todo el mundo llegaron a la pequeña localidad, donde las banderas estaban a media asta, para despedir por última vez al estudiante de la Universidad de Cambridge, quien realizaba su tesis de doctorado sobre los sindicatos obreros egipcios.
Un equipo de investigadores italianos se encuentra en Egipto desde hace una semana con el objetivo de aclarar la horrible muerte, que indignó a Italia.
La prensa italiana apunta directamente como responsables a las fuerzas de seguridad egipcias, después de que se conocieran los primeros resultados de la autopsia realizada en Roma.
«Por ahora hemos obtenido todas las respuestas de lo que hemos pedido y pedimos que todos los elementos sean entregados para que se sepa la verdad y los verdaderos culpables sean capturados», declaró Renzi.
Según la autopsia, el estudiante sufrió numerosas fracturas, golpes, quemaduras y le arrancaron todas las uñas. Métodos que suelen emplear las fuerzas de seguridad y los servicios secretos de Egipto, un país donde la detención arbitraria y la tortura son comunes.
Según el diario La Repubblica, los investigadores italianos entrevistaron el jueves en El Cairo a un egipcio que declaró haber visto a un extranjero dentro de una camioneta de la policía cerca de la casa Regeni a la misma hora en que el móvil del estudiante dejó de dar señales de vida.
Además de las tensiones entre Egipto e Italia, el caso del joven investigador generó protestas de la comunidad universitaria internacional y más de 5.000 profesores e investigadores de todo el mundo han firmado una carta acusando a Egipto de torturar a sus ciudadanos.