El accidente aéreo en el que murió el candidato a la presidencia de Brasil Eduardo Campos en 2014 fue consecuencia de fallas de la tripulación, que no siguió los procedimientos previstos, concluyó la fuerza aérea.
«La nave no siguió el perfil de la carta de navegación», afirmó el teniente Raul de Souza, encargado de la investigación que fue presentada este martes. «No hay evidencias de ninguna falla mecánica en lo que se encontró», subrayó.
El 13 de agosto de 2014, el candidato socialista viajaba a un acto político cuando el Cessna 560XL se estrelló en una zona residencial de la ciudad de Santos (sureste). Los siete ocupantes de la nave fallecieron.
Durante el descenso, el avión se desvió hacia la izquierda «sin motivo conocido» y reportó a los controladores posiciones diferentes a las que realmente estaba recorriendo.
Los investigadores concluyeron que los pilotos estaban «desorientados».
«Estaban presentes diversas condiciones que eran favorables a una desorientación espacial, como reducción de la visibilidad en función de las condiciones meteorológicas, estrés y aumento de carga en función del procedimiento de arremetida», precisó el informe elaborado por el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos.
Sobre las condiciones del tiempo, los investigadores apuntaron que estaban «próximas a los mínimos de seguridad para la realización de la aproximación».
Los datos recogidos muestran además que el piloto y el copiloto no habían recibido el entrenamiento suficiente para volar ese modelo de avión, aunque los investigadores no lo consideran necesariamente un factor decisivo pues ambos pilotos contaban con 20 años de experiencia en la profesión.
Además, el comandante era reconocido en el medio aeronáutico como un piloto que «sabía gestionar condiciones adversas», precisaron.
Mediante un análisis biométrico de la voz, también concluyeron que el copiloto mostraba señales de «fatiga y somnnolencia, lo que puede haber contribuido» para un peor desempeño de la tripulación.
El accidente de la aeronave -que partió de Rio de Janeiro- se produjo dos meses antes de las elecciones generales en Brasil.