En Filipinas, el ejército activó una «alerta intensificada» tras los ataques en el país vecino de Indonesia, aunque agregó que no se han monitoreado amenazas terroristas específicas.
La policía también aumentó la seguridad en estaciones de tren, terminales de autobús, aeropuertos y centros comerciales, y solicitó una vigilancia pública.
El gobierno de Filipinas condenó los ataques. «Apoyamos con solidaridad a nuestros hermanos y hermanas de Indonesia en este momento de tragedia», dijo el Departamento de Asuntos Extranjeros.