Al menos diez personas han muerto y otras quince han resultado heridas en la fuerte explosión que se ha producido este martes a las 08.00 GMT cerca de la Mezquita Azul de Estambul, en la turística zona de Sultanahmet, que fuentes oficiales creen ha sido un ataque.
«Se siguen investigando las causas de la explosión, el tipo de explosivo y la persona o personas responsables», indicó la oficina del Gobernador de Estambul en un comunicado en el que confirmó el número de bajas contabilizadas hasta ahora.
Según explicaron varios testigos a la cadena CNNTürk, la explosión tuvo lugar cerca del obelisco egipcio en la explanada ante la Mezquita Azul, aparentemente entre un grupo de turistas.
La pista principal, si bien aún sin confirmar, que investiga la policía es la de un atentado suicida, agrega la citada cadena.
Entre los heridos se cuentan seis alemanes, un noruego y un peruano, que han sido ingresados en el hospital de Haseki, según informa la agencia Dogan.
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, está presidiendo una reunión de emergencia en la que participan los responsables de Interior, Sanidad y Asuntos Exteriores, así como responsables de los servicios de inteligencia y seguridad.
La mezquita y los monumentos cercanos, como Santa Sofía y el palacio de Topkapi, forman el principal complejo turístico de Estambul, ciudad que recibe al año casi 10 millones de viajeros.
La zona ha sido acordonada por la policía, el tráfico en las calles adyacentes se ha interrumpido y el tranvía cercano ha dejado de circular, como medida de precaución, agrega CNNTürk.
El presidente de la Asociación de Turismo de Sultanahmet indicó al diario Hürriyet que el probable ataque «es un gran golpe al turismo de toda la región».
«Hay 7.000 hoteles en esta zona. Los turistas ahora quieren irse. Ya están buscando billetes (para regresar a sus países). Con esta explosión, el año 2016 ha terminado para nosotros».