La policía turca desmanteló un taller que fabricaba chalecos salvavidas baratos que no cumplían las normas de seguridad e incautó los materiales, después de que las autoridades encontraran los cuerpos de 36 migrantes que intentaban cruzar el mar Egeo para llegar a Grecia, informó este miércoles la prensa local.
Las autoridades incautaron 1.263 chalecos salvavidas que no cumplían con las normas de seguridad, en la localidad de Izmir, en la costa del mar Egeo, informó la agencia Dogan.
Este punto es uno de los más utilizados por los refugiados que buscan llegar desde Turquía hasta Grecia, ubicado a unos 140 km de Ayvalik, la playa donde las autoridades rescataron el martes los cuerpos de 36 migrantes.
Según las autoridades, estos equipos no responden a las normas de seguridad y no permiten que los utilizadores mantengan la cabeza fuera del agua.
«No son chalecos salvavidas, son chalecos de la muerte. Es sencillamente una masacre», deploró en la cadena de informaciones NTV Ali Karakurt, un fabricante de chalecos homologados de Izmir.
Este taller empleaba a cuatro obreros, dos de las cuales eran jóvenes refugiadas sirias.
Según cifras del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) más de un millón de migrantes y refugiados llegaron a Europa en 2015, pero 3.771 murieron intentando cruzar el Mediterráneo.