El cártel mexicano de las drogas conocido como Los Rojos podría estar detrás del asesinato de una alcaldesa del estado de Morelos (centro), ultimada a balazos un día después de asumir el cargo, informaron autoridades este lunes.
La muerte de Gisela Mota, de 33 años, conmocionó a la nación y puso de relieve la violencia que azota Morelos así como las amenazas que los alcaldes enfrentan en México.
La exdiputada federal del Partido de la Revolución Democrática (PRD, centro-izquierda) fue asesinada a tiros en su casa el sábado pasado, apenas 24 horas después de que tomara posesión como alcaldesa en Temixco, a unos 90 km al sur de Ciudad de México.
Casi 100 alcaldes y más de 1.000 trabajadores de alcaldías de distintos partidos políticos han sido víctimas de ataques en varios puntos del país en la última década, de acuerdo con la Asociación de Autoridades Locales de México.
«Las líneas de investigación señalan que fue el grupo delincuencial de Los Rojos los responsables del asesinato de Gisela Mota», indicó el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, a través de Twitter.
La razón del crimen podría ser «es la negativa de ella de que ellos (Los Rojos) tengan presencia y que la policía no sea de ellos sino de la ciudadanía», consideró el gobernador en entrevista con la televisora Milenio, al subrayar que otros alcaldes «han informado de amenazas» por parte de criminales.
El asesinato de Mota también podría estar vinculado con otros cuatro casos, incluyendo el homicidio de una persona cuyo cuerpo fue encontrado descuartizado en una carretera el 31 de diciembre, dijo por su parte el jefe de la Comisión de Seguridad Estatal de Morelos, Alberto Capella, a Radio Fórmula.
Minutos después del asesinato de la alcaldesa, dos sospechosos fueron abatidos y otros tres, entre ellos un menor de edad, detenidos.
«Faltan algunas personas más por detener», pero las pesquisas avanzan «a pasos agigantados», prosiguió Capella.
Los Rojos y sus rivales Guerreros Unidos buscan «generar terror a través del secuestro o el control de algunas áreas» de Morelos, añadió el jefe de Seguridad.
El gobernador Ramírez dijo el fin de semana que el asesinato de la alcaldesa «es una clara amenaza para que los presidentes municipales que recientemente entraron en funciones no acepten» la instalación del Mando Único, como se le conoce a la supeditación de policías municipales a los estatales para evitar que el crimen organizado corrompa a las fuerzas de seguridad.
Ramírez, que también es militante del PRD, recordó que Mota había expresado su apoyo para que ese convenio policíaco se llevara a cabo en su ciudad de más de 100.000 habitantes.