Las fugas de gas son la causa principal de flamazos, incendios, explosiones, quemaduras e intoxicaciones en el hogar, por ello es importante revisar las conexiones así como los cilindros, cada 6 meses y también después de que ocurra un sismo.
Con el objetivo que reducir riesgos en el hogar, se debe verificar que la instalación de gas se encuentre en buenas condiciones y en caso contrario realizar los trabajos correctivos.
Te puede interesar: "Si sudas mucho, debes ingerir más sal": Mitos sobre su consumo
Aquí te damos una serie de recomendaciones que debes seguir para identificar posibles fugas y evitar accidentes derivados de un escape de gas.
Para detectar si un cilindro o conexión tiene una fuga se debe colocar agua jabonosa; si se producen burbujas hay fuga.
Es importante que al comprar un cilindro de gas L.P. compruebes que no presente golpes y/o abolladuras, corrosión o que desprenda fuerte olor a mercaptano etílico; recuerda que aunque el gas licuado de petróleo es inodoro se le añade un odorante que permite identificar una fuga.
Coloca el cilindro en piso firme, nivelado y en el exterior de tu hogar.
No expongas el tanque a ninguna fuente de calentamiento; la distancia mínima a un elemento que genere chispas, es de 1.5 metros.
No perfores, golpees o utilices el cilindro de gas para fines distintos al almacenamiento de gas L.P.
Cuando cocines no dejes los quemadores de la estufa o el horno encendidos sin vigilancia.
Recuerda que por ningún motivo los menores deben jugar en la cocina; coloca protectores en las perillas de la estufa.
Antes de irte a dormir o al salir de viaje, cierra las llaves del tanque de gas.
¿Qué hacer en caso de una fuga?
Si has detectado que existe una fuga cierra la llave de paso, no enciendas ni apagues la luz, tampoco aparatos eléctricos, celulares o encendedores.
Si la fuga se encuentra al interior de tu hogar, abre puertas y ventanas para que el lugar se ventile. El gas L.P. pesa más que el oxígeno; si no hay una óptima ventilación se concentra en lugares bajos.
El siguiente paso es evacuar y llamar a los servicios de emergencia.
No ingreses a tu hogar hasta que las autoridades indiquen que es seguro hacerlo.