Existe un teólogo y reverendo estadounidense llamado Bob Shore-Goss, quien a lo largo de su vida ha luchado por los derechos de las personas LGBTI y que no sean discriminados en la iglesia católica. Este hombre además ha escrito libros en donde plantea la teoría de que Jesús era gay.
Shore-Goss estudió un doctorado de religión comparativa en Harvard y trabaja en el Consejo Nacional de Asesores del Centro de Estudios sobre el Lesbianismo y la Homosexualidad en la Religión, afirma un artículo de Vice.
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Cristianismo en contra de los gays
"Toda la ideología del cristianismo del siglo XX, e incluso ahora del siglo XXI, es que ser heterosexual significa que eres perfecto", dijo recientemente en una entrevista a través de Frederick News Post.
"¿Y qué significa eso para las personas como yo? ¿O las personas que son transgénero y que son bisexuales, y así sucesivamente? Somos seres humanos menores. Y vemos que hay una denigración allí", continuó, señalando que existe una enorme disparidad en cómo la iglesia tradicional trata a las personas homosexuales.
Cabe señalar que la Biblia no incluye una línea sobre la sexualidad de Jesús (homosexual, heterosexual, bisexual o en cualquier parte del espectro) porque los términos utilizados hoy no existían hace 2.000 años. Los términos "homosexual" y "heterosexual" se crearon a fines del siglo XIX.
La sexualidad en Jesús
Shore-Goss comparte que sí cree que Jesús era gay, incluso señala que se hubiera acostado con él y que al menos era queer. "Lo digo porque rompió las reglas de su cultura, de la heterosexualidad obligatoria. Alteró la masculinidad y los códigos de género en su cultura", expone.
"Ser queer no significa solo tener una orientación sexual distinta, aunque puede darse, también. Hoy día, por ejemplo, San Pablo se consideraría un homosexual que no ha salido del armario, pero en esa época no existía la expresión", acota el reverendo.
¿Pruebas de la homosexualidad?
Este teólogo indica que en el evangelio de Juan, cuando menciona al "discípulo amado" de Jesús. Él y Jesús tienen una relación íntima, aunque todavía hay dudas acerca de la verdadera identidad del discípulo.
De cualquier modo, el discípulo amado yacía sobre el pecho de Jesús en la última cena, supuestamente sobre su "túnica interior", que es el equivalente a la ropa interior actual. Es un gesto muy íntimo y de gran afecto entre los dos.
Conclusión
No existen ni existirán pruebas que determinen la sexualidad de Jesús o siquiera si tuvo algún impulso sexual, lo que sí es importante para este teólogo es reconocer la amplitud en el amor de este hombre, el Hijo de Dios, para aceptar y ser solidarios con todos los humanos sin importar sus preferencias.
