Unas 7.400 mujeres y niñas birmanas son víctimas de matrimonios forzados en China

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Rangún (Birmania), 7 nov (EFE).- Unas 7.400 mujeres y niñas birmanas han sido llevadas por traficantes humanos a China para desposarlas con ciudadanos chinos mediante matrimonios forzados entre 2013 y 2017, según estimaciones de un estudio divulgado este viernes.

Hay 34 millones de hombres más que mujeres en China debido a la antigua política china del hijo único entre 1979 y 2015 y esta disparidad provoca un aumento del tráfico de mujeres para matrimonios forzados desde países vecinos como Birmania (Myanmar).

"Las víctimas de matrimonios forzados sufren una amplia gama de violaciones de derechos y están expuestas a riesgos físicos y psicológicos", dijo en un comunicado Courtland Robinson, principal autor del estudio realizado por la Universidad Johns Hopskins de EEUU y la Asociación de Mujeres Kachin de Tailandia.

El trabajo, titulado "Estimaciones del tráfico de mujeres birmanas para matrimonios y alumbramientos forzados en China", se basa en entrevistas realizadas en los estados Kachin y Shan, en el noreste birmano, y en la provincia china de Yunnan (suroeste).

Entre junio de 2017 y abril de 2018, los investigadores entrevistaron a unas 400 mujeres entre 18 y 40 años, de las que cerca del 40 % afirmaron haber sido forzadas en matrimonios con chinos y un tercio quedaron embarazadas y dieron a luz bajo presión.

Los autores del estudio también hablaron con informantes en las comunidades y analizaron datos migratorios para llegar a sus conclusiones.

De acuerdo con el informe, las víctimas de matrimonios forzados son 6,5 veces más propensas a sufrir violencia doméstica y están 4,7 veces más expuestas a padecer abortos espontáneos, mientras que la probabilidad de que se le muera un hijo se multiplica por 4,6.

El estudio, financiado por la Fundación Pegasus Liberty de Estados Unidos, recomienda a las autoridades birmanas trabajar para acabar con los conflictos armados en Kachin y Shan, lo que aumenta las migraciones a China.

También sugiere a Naipyidó resolver la situación de los residentes que carecen de nacionalidad y documentos de identidad, lo que los vuelve más vulnerables al tráfico humano, y a Pekín que aumente la protección de los migrantes y refugiados.