Hoy se celebra el Día Mundial contra la Trata

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Hoy se celebra el Día Mundial contra la Trata en medio de “una envenenada atmósfera política antinmigración”, es por ello que expertos de la ONU recuerdan que los migrantes y los refugiados son personas vulnerables que necesitan ser protegidas y sus derechos humanos deben ser salvaguardados, tarea que compete a los Estados.

La relatora especial contra el tráfico de personas, María Grazia Giammarinaro, señala que “los Estados alrededor del mundo deben actuar para mejorar sus esfuerzos en prevenir y combatir” este flagelo “asegurando que las víctimas y potenciales víctimas son consideradas y tratadas como titulares de derechos humanos”.

En una declaración publicada con motivo del Día Mundial contra la Trata, Giammarinaro afirma: “muchas personas víctimas de los traficantes son migrantes, incluidos refugiados y solicitantes de asilo, que han decidido abandonar su país por diversas razones, como por ejemplo conflictos, desastres naturales, persecución o pobreza extrema. Han dejado atrás su red de protección social y son particularmente vulnerables al tráfico y la explotación”.

 

 

La experta señala que existe actualmente “una atmósfera política antinmigración envenenada” en la que “a menudo los migrantes son descritos como una amenaza, cuando en realidad contribuyen a la prosperidad de los países de acogida en los que viven y trabajan”.

En este contexto, el discurso contra la trata a menudo se usa indebidamente para justificar políticas de migración restrictivas y acciones que llevan a un retroceso: “Defender los enfoques xenófobos y racistas, así como la violencia, el odio y la discriminación, es un deber moral que está en el poder de todos”, asegura la relatora.

La solidaridad se criminaliza

 

No sólo son los migrantes y refugiados el blanco de tales discursos, los defensores de los derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil son “criminalizados y aislados” por su solidaridad con las víctimas.

En todo el mundo, las organizaciones de la sociedad civil desempeñan un papel fundamental para salvar vidas y proteger a las personas de la trata, durante las operaciones de búsqueda y rescate, y al llegar a los países de tránsito y de destino. “Cualquier intento de deslegitimar su trabajo humanitario es inaceptable”, dice la experta.