MOGADISCIO, Somalia (AP) — Con la mirada fija en los débiles movimientos de su bebé malnutrido, al que le sobresalen las costillas y tiene los ojos hundidos, Fadumo Abdi Ibrahim lucha para contener las lágrimas en el atiborrado y agobiante centro de alimentación en la capital de Somalia. Ella cubrió a su hijo con un retazo de tela para crear una corriente de aire.
Ibrahim es una de miles de personas desesperadas que llegan a Mogadiscio en busca de alimentos a causa de una prolongada sequía, algo que abruma a los grupos de ayuda locales e internacionales. El gobierno del país alerta sobre una inminente hambruna.
Unos cinco millones de somalíes, de los 10 millones de habitantes que tiene el país, necesitan ayuda humanitaria, según una oficina de Naciones Unidas. La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional dice que alrededor de 363.000 niños con malnutrición aguda "precisan un tratamiento urgente y suplementos nutritivos, incluyendo 71.000 que presentan malnutrición severa".
Ibrahim llevó a su bebé de nueve meses, Ali Hassan, a Mogadiscio hace 10 días. Ella tiene cinco hijos y está orgullosa de ser campesina y sembrar maíz en la el campo de su familia en Toratorow, pueblo agrícola en la región del Bajo Shabelle, donde las temporadas de lluvias no llegaron con normalidad tres veces en un período de dos años.
"No pudimos conseguir nada para comer, ni siquiera agua – todo el ambiente está seco", dijo Ibrahim, mientras cargaba a su hijo de las piernas huesudas y ahuyentaba moscas de su cara. Agregó que salió a buscar comida para su bebé y dejó a sus otros cuatro hijos con su padre en el campo. Sus otros hijos no hubieran podido sobrevivir el viaje, puntualizó.
El viaje de Ibrahim a Mogadiscio no fue fácil. Ella y otras familias caminaron día y noche más de 30 kilómetros (casi 20 millas) por terrenos secos. Cientos de familias hambrientas hacen viajes parecidos en busca de centros de distribución de alimentos en Mogadiscio.
"Encontramos varios cadáveres de niños en el camino", dijo, y describió lo débiles que están las madres como para cargar los cadáveres de sus niños.
Se teme que se desate una hambruna completa en Somalia. Se necesita ayuda a gran escala para evitar un desastre inminente, de acuerdo con el gobierno somalí.
Dos temporadas consecutivas de lluvias escasas, más incluso en algunas zonas, impidieron cosechas a gran escala y causaron elevada mortalidad entre el ganado. El enfrentamiento entre las fuerzas somalíes y los rebeldes del grupo extremista islámico Al-Shabab agravó el problema con las cosechas.