La sal es un mineral que ayuda el buen funcionamiento, pero cuando se exceden las cantidades; promueve la hipertensión y sube la presión arterial alta, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Un estudio de sobre los efectos del consumo de este mineral, publicado por Science Direct revela que su uso excesivo “se asocia a mayores cifras de tensión arterial y prevalencia de enfermedades cardiovasculares”.
El consumo diario recomendado de sal menos de 5 g/día (equivalente a 2 g de Na + /día); según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Una las recomendaciones para evaluar la cantidad de este mineral, es identificar alimentos salados que se consumen el día.
Menos sal más conciencia, recomiendan los expertos
Los investigadores recomiendan “reducir el consumo de sal, aumentando la percepción del consumo; mejorando el conocimiento sobre el contenido de sal en los alimentos e identificando a los pacientes objetivos del consejo de salud”.
Reducir el consumo de sal y reemplazarla con alimentos como la pimienta, el ajo, el vinagre y el jugo de limón puede mejorar la hipertensión y reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares.
La pimienta aporta sabor y antioxidantes; el ajo tiene propiedades antihipertensivas; el vinagre ayuda a controlar la presión y el azúcar en sangre; y el limón, rico en nutrientes, realza el sabor de los platillos mientras beneficia la salud cardiovascular.