Es posible que gran parte de la población, en su mayoría hombres, se haya «tronado» los dedos en algún momento de su vida. Este hábito llega a considerarse común; y en ciertos casos como un método de relajación o de alivio.
Se ocasiona por diversos motivos, como el nerviosismo, estrés, ansiedad o la presión. Por el contrario, algunas personas lo realizan de forma intencional; dado que les provoca una sensación de placer, relajación o bienestar.
Por otra parte, cierto porcentaje de individuos consideran necesario hacer crujir sus articulaciones para liberar tensión muscular y tener mejor movilidad en las manos; especialmente quienes utilizan constantemente los dedos, tal como los pianistas, escritores u oficinistas.
En el área de la medicina se conoce como crepitación articular al chasquido que se produce cuando se «truenan» los dedos. Este efecto proviene desde las articulaciones; es decir, la zona donde se unen los huesos, los cuáles tienen un papel fundamental para que el cuerpo logre moverse.
Lee también: ¿Sabes qué es la tiña crural?, Aquí te contamos todo sobre ella
Así mismo, estos movimientos son permitidos gracias a la cápsula articular ubicada en las articulaciones; desde su pared interna produce líquido sinovial que tiene como función principal proteger las uniones entre huesos para que no existan choques y/o se desgasten.
Cómo resultado de realizar movimientos con demasiada fuerza o presión; el espacio que hay entre cada hueso aumenta, provocando que dentro de esa área se formen burbujas de gas (nitrógeno, dióxido de carbono y oxígeno), en particular son inofensivas.
Al principio son muy pequeñas, posteriormente se unen para formar un burbuja de mayor tamaño; al momento de presionar los dedos se comprimen los gases y en consecuencia las burbujas llegan a implosionar, es justo cuando ocurre el crujido.
¿Cuáles son las consecuencias de tronarse los dedos?
Fisioterapeutas y expertos en salud han llegado a la conclusión de que esta acción no genera daños hacia las articulaciones y el cartílago, tampoco se desarrolla osteoartrosis u osteoartritis.
No obstante si se continúa realizando esta práctica, con el paso del tiempo se llega a presentar hipermovilidad, rigidez, desgaste muscular, problemas inflamatorios, daño en la cápsula articular, debilidad, entre otras dificultades.
En conclusión, recurre a otras alternativas para eliminar el estrés, los nervios, la ansiedad, etc. Se deben cuidar las articulaciones, sobre todo las personas con problemas en los huesos.