Un grupo de científicos concluyó que la variante Lambda del SARS-CoV-2, que se está propagando por varios países de América del Sur y también por otras partes del mundo, no solo es «más infecciosa», sino también puede evadir los anticuerpos neutralizantes, según un nuevo estudio, publicado este miércoles en el servidor de preimpresión BioRxiv.
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La variante Lambda, también conocida como C.37, fue detectada por primera vez en Perú en agosto de 2020 y desde entonces se extendió a al menos 30 países. En junio, la OMS la catalogó como «una variante de interés», mientras los datos muestran que tiene una incidencia elevada en la región de América Latina.
Actualmente las características virológicas y el rasgo evolutivo de Lambda siguen sin estar muy claros. No obstante, el nuevo estudio, que aún no ha sido revisado por pares, sugiere que la proteína de pico de esta cepa es «más infecciosa». Esto se atribuye a dos mutaciones: T76I y L452Q, cuya aparición cambió la naturaleza de la adhesión del virus al receptor celular ACE2.
Los efectos de Lambda
Se cree que Lambda infecta las células tan activamente como la variante Delta; esta se considera ahora una de las cepas más contagiosas del SARS-CoV-2 en el mundo.
Entre tanto, otra mutación de Lambda, RSYLTPGD246-253N, es «responsable de la evasión de los anticuerpos neutralizantes». Esta mutación es descrita como «única», característica de solo esa variante del virus.
Según los científicos, para neutralizar la variante andina en promedio se necesitan alrededor de 1,5 veces más anticuerpos que para neutralizar otras cepas. Esto se debe a la desaparición de una gran parte del genoma que codifica el dominio N-terminal.
Los investigadores creen que la aparición de la mutación RSYLTPGD246-253N está «estrechamente relacionada con la propagación masiva» de Lambda en América del Sur.