Un estudio científico internacional ha arrojado nuevas luces sobre la relación entre el consumo de café y té en la mediana edad y la fragilidad física en la vejez.
Científicos de varios países llevaron a cabo una investigación que involucró a 12,500 personas de alrededor de 50 años en Singapur, a quienes siguieron durante un período de hasta 20 años.
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Los resultados de este estudio son notables, aquellos que consumían al menos cuatro tazas de café o té al día; tenían aproximadamente la mitad de probabilidades de experimentar fragilidad física al llegar a los 70 años. Esto sugiere que el hábito de beber café o té en la mediana edad podría ser una clave para la longevidad y la prevención de la fragilidad en la vejez.
Sin embargo, es importante destacar que el estudio no abordó el efecto de aditivos comunes como leche, azúcar o edulcorantes artificiales en las bebidas; lo que podría influir en los beneficios para la salud.
El café te rejuvenece según especialistas
Los investigadores, postulan que la cafeína en estas bebidas puede interactuar con antioxidantes y otros compuestos para proteger las células del deterioro; reduciendo así el riesgo de fragilidad y afecciones físicas como enfermedades cardíacas y ciertos cánceres.
El consumo total de cafeína, que incluye café, té, refrescos y chocolate; también fue evaluado en el estudio. Se encontró que aquellos que consumían la mayor cantidad de cafeína tenían un 23% menos de probabilidades de desarrollar fragilidad en comparación con aquellos que consumían menos cafeína.
La Fundación Española del Corazón, respalda estos hallazgos y destaca que el consumo moderado de café; el cual se asocia directamente con una mayor longevidad y una mayor supervivencia en la población en general.
La fragilidad, es una condición común en los adultos mayores y puede incluir síntomas como la disminución de energía, pérdida de masa muscular, debilidad y lentitud; lo que puede dificultar la vida diaria y aumentar el riesgo de caídas.
Este estudio, se basó en el Estudio de Salud Chino de Singapur (SCHS), que ha seguido a más de 60,000 personas desde la década de 1990; con el objetivo de comprender los factores dietéticos, genéticos y ambientales relacionados con enfermedades crónicas.
Si bien se necesita más investigación para comprender completamente los mecanismos detrás de estos hallazgos, el mensaje es claro; el consumo moderado de café y té en la mediana edad podría ser una estrategia beneficiosa para mantener la salud y la vitalidad a medida que envejecemos. Además, el estudio subraya la importancia de la cafeína en esta ecuación, ya que las bebidas descafeinadas no mostraron los mismos beneficios.
