El síndrome de Asperger, que la activista medioambiental Greta Thunberg ha revelado que le diagnosticaron, es un trastorno del neurodesarrollo que se engloba dentro de los trastornos del espectro autista (TEA).
Puede haber quien lo defina como un forma de autismo de alta funcionalidad puesto que comparte con este varias características. Suele diagnosticarse entre los cuatro y los once años.
El cerebro de la persona con Síndrome de Asperger tiene un funcionamiento diferente en la comunicación, en la interacción social y en la adaptación flexible a las demandas del día a día.
La persona con Síndrome de Asperger tiene como particularidad frente al autismo, que tiene un lenguaje fluido y una capacidad intelectual media o superior a la media.
Causas del síndrome de Asperger
No se conocen con exactitud las causas de los trastornos del espectro autistas aunque sí hay sospechas de razones genéticas/hereditarias como el síndrome de Rett y el síndrome del cromosoma X frágil.
Se consideran factores de riesgo frente al síndrome de Asperger:
– Hay más casos de niños que sufren TEA. Pero la realidad es que en los niños se diagnostica más fácilmente que en las niñas, por la capacidad adaptativa y de imitación al entorno de estas.
– Antecedentes familiares. Casi en la mitad de los casos existe un componente genético.
– Padecer síndrome del cromosoma X frágil.
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– Tener esclerosis tuberosa. Causa tumores no cancerosos en piel, pulmones, riñones, corazón o retina.
– Tener síndrome de Rett.
– Bebés que nacen antes de las 26 semanas de gestación.
Dentro del síndrome de Asperger se distingue entre: síndrome de Asperger en la infancia, síndrome de Asperger en la adolescencia y síndrome de Asperger en la edad adulta.
Síntomas del síndrome de Asperger
Síntomas del síndrome de Asperger en la infancia:
– Gran habilidad memorística.
– Uso levemente raro del lenguaje.
– Uso de ejemplos literales que leen o escuchan.
– Son felices con rutinas y ambientes estructurados.
– Mal comportamiento por frustración y ansiedad.
Síntomas del síndrome de Asperger en la adolescencia:
– Falta de interés o deseo de interactuar con chicos y chicas de su edad aunque puede haber mejor dominio de las reglas sociales básicas.
– Intereses absorbentes y restrictivos.
– Rutinas autoimpuestas.
– Lenguaje superficialmente perfecto con un ritmo, pronunciación y entonación peculiares.
– Expresividad facial limitada.
– Torpeza motora.
– Inmadurez emocional.
– Sentimientos de incomprensión y soledad.
– Ansiedad, estrés y/o depresión.
– Aumento de las obsesiones.
– Dificultades académicas por cambios de centro, horarios, profesores…
– Sinceridad.
– Bondad.
– Crítica de las injusticias y defensa de los derechos humanos.
– Ausencia de malicia y dobles intenciones.
Síntomas en la edad adulta:
– Problemas para tener amigos o relaciones de pareja.
– Dificultades para trabajar en equipo y pérdida de atención en el trabajo.
– Incapacidad para entender el lenguaje no verbal y las normas de conducta.
– Rituales.
– Estereotipias motoras (se confunden con tics).
– Sentimientos de superioridad.
– Incapacidad para planificar y organizar proyectos realistas de futuro.
– Ansiedad y depresión.
– Dificultad en la toma de decisiones.
– Dicen lo que piensan en todo momento.
– Perfeccionismo a la hora de hacer cualquier tarea.
– Son persistente en la consecución de sus objetivos si tienen metas claras.
Diagnóstico
Para el diagnóstico del síndrome de Asperger los especialistas deberán determinar que el afectado o afectada tiene un deterioro en la interacción social y patrones repetitivos y estereotipados de comportamiento, actividades e intereses. Se debe confirmar que no hay retraso significativo en el lenguaje ni en el desarrollo cognitivo.
Además, se debe realizar:
– Evaluación neurológica.
– Evaluación genética.
– Pruebas cognitivas.
– Para comprobar la función psicomotriz.
– Determinar las fortalezas y debilidades verbales y no verbales.
– Escala de observación del diagnóstico del autismo como el cociente de espectro autista de Simon Baron-Cohen (2001). Si hay puntuaciones bajas se descarta el autismo.
– En adultos: pruebas para conocer las habilidades para poder llevar una vida independiente. Examen clínico completo y entrevista con los más allegados que se centra en las conductas desarrolladas durante la infancia.
– En niños: entrevista a los padres, entrevista basada en el juego.
Con información de La Vanguardia