La anovulación es la ausencia de ovulación; es decir, la condición que se produce cuando los ovarios no producen óvulos. Por lo general, esto se debe a desequilibrios hormonales y su efecto más evidente es la imposibilidad de lograr un embarazo.
Lo más habitual es que en cada ciclo menstrual se libere un óvulo y que este se desplace hasta la trompa de Falopio, en donde puede ser fertilizado. Sin embargo, también es normal que en algunos de esos ciclos el óvulo no madure lo suficiente y no sea liberado.
Por obvias razones, si no hay ovulación, tampoco puede haber fertilización. Se estima que hasta el 25 % de los casos de infertilidad están relacionados con la anovulación. Sin embargo, no hay que perder de vista que algunos de los ciclos menstruales son anovulatorios y que esto es normal.
El principal síntoma de la anovulación es la ausencia de menstruación o amenorrea. Sin embargo, en esos ciclos anovulatorios también puede haber un sangrado que se confunde con flujo menstrual normal.
Por lo tanto, es necesario tomar en cuenta otros síntomas como los siguientes:
- Disminución del síndrome premenstrual.
- Periodos menstruales irregulares.
- Periodos menstruales más cortos de lo normal.
- Ausencia de moco cervical.
- Sangrado excesivo o muy leve.
- Temperatura corporal basal irregular.
- Imposibilidad de quedar en embarazo.
En las farmacias se pueden encontrar kits de predicción de ovulación. Estos son de venta libre y miden los niveles de hormonas en la orina. De este modo, se puede saber cuándo una mujer está ovulando. Esto ayuda a detectar, de forma indirecta, la anovulación.
¿Por qué ocurre un ciclo sin ovulación?
Las causas de la anovulación pueden ser de muy distinta índole. Lo habitual es que tenga que ver con desequilibrios hormonales o que se produzca como efecto de un estilo de vida inadecuado.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las causas de la anovulación se pueden clasificar en tres grandes grupos, como veremos enseguida.