Tanto gérmenes como bacterias, pueden atacar nuestro organismo produciendo una infección que podría causar una enfermedad mortal o dañar tu sistema inmunológico.
Así mismo, el sistema es una red de células, tejidos, órganos y distintos procesos metabólicos; los cuales ayudan a combatir todo tipo de mal interno en nuestro cuerpo.
Pues esta red de organismos defensores, mucho de los científicos han fallado en el intento de conocerlo a fondo y peor aún comprenderlo a fondo. Saben que también está vinculado con estilos de vida y factores genéticos, que lo estimulan y lo mantienen en funcionamiento.
Es por la misma razón que te daremos 5 formas que la ciencia ha descubierto y considera óptimas para mantener la salud del sistema de defensas «al cien».
Cinco concejos para mantener ‘tuani’ tus sistema inmunológico
Uno de ellos es alimentarse de comidas que contengan nutrientes esenciales para el sistema inmunológico. Así mismo, el sistema inmune, es como cualquier organismo de nuestro cuerpo, que necesita de nutrientes y vitaminas para fortalecerlo.
Otro importante paso es consumir regularmente alimentos probióticos y prebióticos. Otro importante paso es consumir regularmente alimentos probióticos y prebióticos. Las comidas probióticos, poseen distintos cultivos de bacterias positivas para el intestino, como Lactobacillus acidophilus, entre otros.
Una de los más importantes es la calidad del sueño. También, nuestro cuerpo necesita pasar por varios procesos durante el sueño profundo; ya que, estimulan y rejuvenecen el sistema defensor. Los ciclos de sueño profundo comienzan aproximadamente una hora después de que la persona se queda dormida.
Uno de los últimos, pero no menos importantes, es la actividad física constante. El ejercicio ayuda al cuerpo a producir células inmunitarias antiinflamatorias y hacerlas circular por el torrente sanguíneo. El ejercicio también activa el sistema linfático, que es el encargado de eliminar las toxinas y las células muertas de los tejidos.
Uno muy, pero muy importante es reducir el estrés. Si las situaciones de estrés tanto físico como psicológico son muchas y constantes, nos hará demasiado daño a nuestro sistema defensor y la respuesta a los virus será muy bajo. El vínculo entre el sistema nervioso y el cerebro con la función inmunológica es de gran complejidad.
