La diabetes, una enfermedad que afecta los niveles de glucosa en sangre, se ha convertido en una preocupación creciente en el mundo. La glucosa, o azúcar, es una fuente fundamental de energía para el cuerpo; pero su acumulación excesiva puede desencadenar una serie de complicaciones de salud.
El páncreas, el órgano clave en esta historia, produce insulina, una hormona esencial que facilita la entrada de glucosa en las células, donde se convierte en energía. Sin embargo, en el caso de las personas con diabetes, su organismo no produce suficiente insulina o no la utiliza de manera efectiva; lo que resulta en niveles elevados de azúcar en sangre.
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Para arrojar luz sobre esta cuestión de salud pública, según especialistas; la diabetes es una afección cada vez más común y puede tener consecuencias significativas para la salud de quienes la padecen.
La diabetes, se divide en dos categorías principales; tipo 1 y tipo 2. La diabetes tipo 2, que es más prevalente, afecta principalmente a adultos y se caracteriza por un déficit parcial en la producción de insulina y por la resistencia a esta hormona. Esta condición suele estar relacionada con factores ambientales, el sobrepeso, la obesidad, el sedentarismo y los malos hábitos alimenticios.
Dado que la diabetes tipo 2 es la más común y se estima que afecta millones de personas en el mundo, la prevención y el control de esta enfermedad se han vuelto críticos. Especialistas, destaca la importancia de adoptar hábitos de vida saludables como parte de la estrategia para prevenir y controlar la diabetes.
¿Cómo prevenir la diabetes?
El primer paso clave es la incorporación de actividad física regular en la rutina diaria. Se recomienda realizar al menos 150 minutos de ejercicio por semana, o más si es posible, adaptándolo a las condiciones personales.
La alimentación desempeña un papel fundamental en la prevención de la diabetes. Establecer horarios regulares para las comidas, es esencial. Además, es importante reducir el consumo de alimentos altamente procesados e industriales, y reemplazarlos por una hidratación adecuada con agua.
Reducir la ingesta de carbohidratos y harinas, aumentar el consumo de frutas y verduras, y elegir proteínas magras en las porciones adecuadas son otras recomendaciones clave.
Los especialistas recomiendan prestar atención a la dosificación de los alimentos y evitar la combinación de múltiples harinas en una sola comida son aspectos críticos para prevenir la diabetes tipo 2.