Una madre confundió los síntomas de su hijo, Jake Swinscoe, con una alergia común, pero el menor terminó muriendo de cáncer meses después.
La historia de Jake es tan triste como conmovedora, pues lo que comenzó como ojos llorosos y nariz congestionada, bien pudo tratarse de una alergia estacional, sin embargo la historia daría un giro inesperado para él y su familia.
Según reporta un medio angloparlante, Lynsey, la madre de Jake, intentaba controlar los molestos síntomas de su hijo con antihistamínicos, medicamentos que se usan para tratar las alergias; no fue sino hasta que el padre del menor notó que tenía el túnel de la nariz un poco hinchado que decidieron llevarlo al médico.
De alergia a cáncer
Fue entonces cuando los especialistas le realizaron una tomografía a Jake, confirmando el terrible diagnóstico: rabdomiosarcoma alveolar en etapa 3, un tipo de cáncer de tejidos blandos que en el caso del pequeño se presentó como un tumor de 6x4cm; el cual por su ubicación, ejercía presión en su cerebro, provocando los síntomas que se confundieron con alergia.
Desafortunadamente, por la ubicación del tumor, resultó ser inoperable, por lo que tuvo que ser tratado con quimioterapias de emergencia.
Aunque en marzo del 2024 recibieron la noticia de que el tumor había disminuido considerablemente; semanas después una revisión delató que el cáncer se había extendido a la médula espinal y el líquido alrededor del cerebro.
Tras el nuevo diagnóstico, Jake entendió lo que ocurriría y fue él quien planeó su propio funeral, pues aunque seguía en tratamiento, terminó falleciendo en abril del 2024.
Los padres de Jake se dijeron muy orgullosos de la valentía y tenacidad con la que el pequeño había enfrentado su diagnóstico.
Además, hicieron hincapié en la importancia de no desestimar las molestias del cuerpo y buscar opiniones de expertos para que no ocurra como su caso en el que confundieron los síntomas de alergia con un tipo de cáncer que cobraría la vida de su hijo meses después.