Como es sabido, la presencia de bacterias en alimentos de consumo diario es real; entre estos destacan los lácteos que no han pasado por un proceso adecuado de pasteurización y algunos tipos de carnes o pescados, los que podrían llegar a causar infecciones como la listeria causada por la bacteria ‘listeria monocytogenes’ que se encuentra en el agua y en la tierra.
La enfermedad afecta principalmente a mujeres embarazadas, recién nacidos, adultos mayores y personas con el sistema inmunitario debilitado. En el resto de la población, por lo general, esta infección pasa inadvertida.
La población que se encuentra en mayor riesgo de morir por esta infección son los recién nacidos, las personas con enfermedades autoinmunes y los adultos mayores. Si no se recibe un tratamiento oportuno, las personas pueden sufrir de ceguera, sordera o daños en el sistema nervioso.
Si presentas síntomas como fiebre, dolores de cabeza intensos, dolor estomacal, malestar muscular, mareos, vómitos, escalofríos o vértigo, acude al médico de inmediato; ya que podrías estar sufriendo de una infección causada por la listeria.
En los casos más severos, los pacientes contagiados pueden sufrir convulsiones, lo que supone un riesgo más elevado para su salud y requiere un tratamiento inmediato.
¿Por qué debe preocuparnos la listeria?
La listeria es una infección sumamente agresiva que pone en riesgo las funciones vitales del organismo; además de la alta tasa de mortalidad que esta enfermedad supone, un riesgo añadido es que afecta de forma rápida a bebés y adultos mayores que muchas veces no tienen forma de comunicar todos sus síntomas.
El tratamiento más común para detener la propagación de esta infección y reducir al máximo el riesgo de muerte o complicaciones es la administración de ampicilina intravenosa, antibióticos y gentamicina combinados.
¿Como evitar la infección por listeria?
Una forma de evitar el contagio es calentando cocinar de manera homogénea los alimentos y a temperaturas superiores a 70ºC, además de limpiar los utensilios que se vayan a usar así como las superficies sobre las que se va a trabajar., a su vez comprobar que la carne está bien cocinada y evitar la ‘contaminación cruzada’ y finalmente evitar descongelar alimentos a temperatura ambiente, una de las formas más fáciles de propagar bacterias entre alimentos.