La cirrosis es una de las enfermedades más mortales, pero no solo tomar mucha cerveza lo provoca, sino también las que te diremos a continuación.
Así mismo, este mal hepático es una etapa tardía de la cicatrización (fibrosis) del hígado. Por lo general, esta enfermedad ha sido asociada con el consumo excesivo de alcohol; lo cual es cierto, sin embargo la cirrosis no es solo cuestión de alcohol.
Esta enfermedad puede tener lugar también en personas que nunca o muy pocas veces han bebido alcohol. Según la Asociación Catalana de Pacientes Hepáticos, las causas principales de la enfermedad son el abuso crónico de alcohol, hepatitis víricas tipo B o C.
También, aunque menos frecuentes, hay otras causas como enfermedades autoinmunes o hereditarias.
La cirrosis puede ser causada por el hígado graso
Además, la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) indica que últimamente se está relacionando con la acumulación de grasa en el hígado asociado sobre todo a la obesidad; así como la diabetes tipo 2, el aumento de grasas en sangre y la vida sedentaria.
Por su parte, la Fundación Mexicana para la Salud Hepática A.C. (FundHepa), destacó que 40% de los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 tienen hígado graso; la cual abre la puerta a la cirrosis y luego a un cáncer benigno.
Por lo tanto, la importancia de conocer y prevenir las complicaciones de salud derivadas de la peligrosa asociación que existe entre la diabetes y las enfermedades del hígado.
“A su vez, se está otorgando cada vez más importancia a la enfermedad hepática por depósito graso asociada a la diabetes mellitus y a la obesidad, secundarias a nuestros hábitos alimentarios y al sedentarismo”; mencionó un experto de la fundación.
Toda causa de enfermedad hepática crónica (alcohol, hepatitis C o B crónicas, o enfermedades autoinmunes, por ejemplo) puede causar un daño progresivo en el hígado y terminar en una cirrosis hepática.