Un nuevo estudio que realizan investigadores de la Universidad Estatal de Michigan, en Estados Unidos, demostraron que las langostas pueden ‘olfatear’ la diferencia entre las células cancerosas y las células sanas.
Asimismo, pueden distinguir entre diferentes líneas de células cancerosas. Un hallazgo que podría proporcionar la base para dispositivos que usan neuronas sensoriales de insectos para permitir la detección temprana de cáncer usando solo la respiración del paciente.
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Aunque tales dispositivos no están en el horizonte inmediato, no son tan descabellados como podrían parecer, dijeron los autores de la nueva investigación.
Parte de eso se debe a que las personas se han acostumbrado a la tecnología que aumenta o supera nuestros sentidos naturales. Por ejemplo, los telescopios y microscopios revelan mundos que de otro modo serían invisibles.
El olfato de las langostas clave para detectar el cáncer
El éxito de los dispositivos de ingeniería puede hacer que sea fácil pasar por alto el rendimiento de nuestras herramientas naturales; especialmente el órgano de los sentidos justo frente a nuestros ojos.
«Las narices siguen siendo lo último en tecnología»; dice Debajit Saha, profesor asistente de ingeniería biomédica en MSU. «Realmente no hay nada como ellas cuando se trata de detección de gases«; añade.
MSU research shows insects can differentiate between cancer cells and healthy cells, which could help detect the disease earlier. https://t.co/GS4UDSNWKr
— MSU (@michiganstateu) August 5, 2022
Los científicos están trabajando en una tecnología que puede imitar el sentido del olfato, pero nada de lo que han diseñado puede competir con la velocidad, la sensibilidad y la especificidad del olfato biológico antiguo.
«La gente ha estado trabajando en ‘narices electrónicas’ durante más de 15 años, pero todavía no están cerca de lograr lo que la biología puede hacer sin problemas»; dijo Saha, quien también trabaja en el Instituto de Ciencias e Ingeniería Cuantitativas de la Salud.
Esta falta de dispositivos de detección de gases crea una oportunidad cuando se trata de la detección temprana de enfermedades, especialmente aquellas como el cáncer, para las cuales la intervención temprana puede salvar vidas.
Cuando el cáncer se detecta en su primera etapa, los pacientes tienen entre un 80% y un 90% de posibilidades de supervivencia. Pero si no se detecta hasta la etapa 4, esos números se desploman entre un 10% y un 20%.
Las células cancerosas funcionan de manera diferente a las células sanas y crean diferentes compuestos químicos a medida que funcionan y crecen. Si estos químicos llegan a los pulmones o las vías respiratorias de un paciente, los compuestos podrían detectarse en el aliento exhalado.
Por: 20minutos