Según la Escuela de Medicina de Harvard, no consumir carbohidratos puede impedir que tu cuerpo obtenga adecuadamente toda la energía que necesita quemar a lo largo del día, además de otras consecuencias que quizá desconoces.
Los efectos secundarios que se producen más frecuentemente cuando se reduce de manera abrupta el consumo de hidratos de carbono, como, por ejemplo, si se empieza a seguir la tan cacareada dieta cetogénica o keto, son: mal aliento, estreñimiento, dolor de cabeza y calambres. Sin embargo, hay otras consecuencias, quizá no tan conocidas, de privar al organismo de este macronutriente.
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1. Dolor de estómago y molestias digestivas
Estas molestias serían consecuencia de una pobre ingesta de fibra. Según un artículo publicado en el American Journal of Gastroenterology, la fibra no solo hace que te sientas saciado durante más tiempo, sino que también ayuda a hacer la digestión y a mantener en perfecto estado el tracto gastrointestinal. Las dietas sin carbohidratos o muy bajas en ellos a menudo evitan las legumbres, las frutas y las verduras, por lo que el consumo de fibra se vuelve deficitario.
2. Mayor riesgo de enfermedad cardiaca
Según un estudio publicado en The Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition, prescindir de los carbohidratos puede aumentar a largo plazo el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y arritmias. Esto no quiere decir que suprimir aquellos hidratos de carbono que provengan de comida basura tipo patatas fritas, donuts, pizza y demás no sea beneficioso para la salud del corazón.
3. Falta de potasio
Al deshacerse por completo de alimentos ricos en carbohidratos, es posible que tu organismo elimine otros nutrientes beneficiosos. El American Journal of Clinical Nutrition publicó un estudio en el que se vio que una disminución en la ingesta de carbohidratos hace que orinemos más, proceso a través del cual el organismo libera ciertos nutrientes.
Cuando se reduce el consumo de hidratos de carbono se pierde potasio, un mineral clave cuyo déficit puede acarrear problemas a largo plazo como el aumento de la presión arterial y la formación de cálculos renales.
4. Desequilibrio vitamínico
Volvemos al problema de eliminar frutas y verduras, que son ricas en hidratos de carbono. Según un estudio publicado en The Journal of the International Society of Sports Nutrition, los planes de alimentación que restringen mucho los carbohidratos carecen de los niveles adecuados de vitamina B7, vitamina D, vitamina E, cromo, yodo y molibdeno. Estos nutrientes esenciales garantizan el buen funcionamiento de los órganos y la salud, por lo que es de esperar que se produzcan una serie de problemas como la caída del cabello, el aumento de peso o la pérdida de memoria, entre otros.
5. Sueño de poca calidad
Todo el que se haya puesto a dieta alguna vez en su vida sabe que los cambios que se experimentan no son solo físicos sino también mentales. Según un estudio publicado en Pediatrics, un estilo de vida sin carbohidratos acaba provocando un sueño de poca calidad lo que se relaciona con una función mental deficiente.