La nefropatía por IgA es una de las enfermedades más comunes de los riñones. Por desgracia, se trata de una patología que no tiene cura y que tampoco presenta síntomas en sus fases iniciales.
La nefropatía por IgA es una enfermedad que se caracteriza por la acumulación de una proteína (inmunoglobulina A) en los riñones. Esto provoca inflamación y a largo plazo puede afectar la función renal de forma severa.
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A la nefropatía por IgA también se le conoce como «enfermedad de Berger» o «nefropatía por inmunoglobulina A». La evolución de esta patología varía mucho de persona a persona. En algunas desaparece por completo con el tiempo, mientras que en otras genera insuficiencia renal terminal.
En la actualidad no existe cura para la nefropatía por IgA. Sin embargo, hay tratamientos para detener el avance de la enfermedad. Esta puede aparecer a cualquier edad, pero es más común que lo haga en la adolescencia y en la terceradécada.
Síntomas de la nefropatía
Es una enfermedad de avance lento. Al comienzo no hay síntomas perceptibles y, por eso, la patología puede estar presente por años o décadas sin ser detectada. El síntoma característico es la presencia de sangre en la orina, pero muchas veces es tan leve que resulta difícil notarla.
Algunas veces se detecta la enfermedad en un examen de orina rutinario. Este revela la presencia de proteínas y glóbulos rojos, lo cual genera la sospecha. También es posible que tras un resfriado u otra infección, la orina se torne rosada o parda. Ese color revela la presencia de sangre.
Es muy frecuente que en un comienzo solo haya una sospecha de que está presente la enfermedad. El médico toma en cuenta los antecedentes familiares y algunos síntomas como dolor o inflamación.
¿Qué tratamientos existen?
La nefropatía por IgA no tiene cura, pero el tratamiento sí puede ayudar a detener el progreso de la enfermedad. También cumple con el objetivo de aliviar los síntomas y de evitar complicaciones.
Una persona con esta patología debe tener un seguimiento médico regular. Conviene mantenerse atento a los valores de la presión arterial, reducir la cantidad de proteína en la dieta y buscar apoyo psicológico si se requiere.