La vitamina D juega un papel muy importante en la prevención de muchas enfermedades, también en el cáncer. Pero la llamada vita-hormona D no solo tiene un efecto protector: unos niveles adecuados también mejoran el pronóstico si se sufre la enfermedad.
María Real Capell, farmacéutica, nutricionista y psiconeuroendocrina, nos explica la relevancia de la vitamina D tanto en la prevención como en el tratamiento del cáncer.
La vita-hormona D
La vitamina D es una vita-hormona porque si nos atenemos a la definición cumple más la función de una hormona que de una vitamina.
Las hormonas son sustancias químicas producidas por órganos y su función es básicamente reguladora.
«En procesos oncológicos, la vitamina D es clave porque, en definitiva, el cáncer es una desregulación del sistema inmune», explica María Real.
«El cáncer consigue engañar a nuestro sistema inmunitario, de forma que este no logra inhibir la proliferación celular anómala de un tejido y se acaba formando un tumor», afirma.
Y la vitamina D es muy importante para un correcto funcionamiento del sistema inmunitario ya que tenemos receptores de vitamina D en las células inmunitarias: los linfocitos T y los B –que vienen a ser lo policías del cuerpo–, los macrófagos y los monocitos.
La influencia de la vitamina D en la inmunidad y en el cáncer se sospecha ya desde los años 80; cuando un estudio realizado en Estados Unidos reveló que las personas con menor exposición solar tenían más riesgo de cáncer de colon, próstata, mama, riñón y vías urinarias.
Vitamina D
Desde entonces se han realizado muchas investigaciones que relacionan niveles altos de vitamina D con menos riesgo de estos tumores. Una reciente publicada en Occupational & Environmental Medicine vinculaba el trabajo al aire (aumentan los niveles de vitamina D por la exposición solar) con menos riesgo de cáncer de mama.
La vitamina D es clave en el pronóstico del cáncer, unos niveles correctos de vitamina D no solo reducen el riesgo de cáncer, también mejoran el pronóstico de la enfermedad si ya se padece.
El mayor metanálisis realizado sobre el tema revela que la deficiencia de vitamina D aumenta un 17% el riesgo de mortalidad.