La depresión puede tener muchas consecuencias mentales para las personas e incluso algunas físicas; como el hecho de que puede disminuir las probabilidades de tener hijos.
Un reciente estudio publicado en la revista American Journal of Obstetrics and Gynecology; destaca que la depresión se asocia a una menor probabilidad de tener hijos tanto en hombres como en mujeres.
El estudio utilizó datos de registros finlandeses con más de 1.4 millones de participantes para examinar las relaciones entre esta enfermedad diagnosticada y la fertilidad, el número de hijos y la edad del primer parto en todos los hombres y mujeres nacidos en Finlandia entre 1960 y 1980.
Los resultados obtenidos revelaron que la presencia de depresión se asociaba a una menor probabilidad de tener hijos y a un menor número de hijos tanto en hombres y mujeres.
“Uno de los principales resultados fue que la depresión se asociaba a una menor probabilidad de tener hijos y a un menor número de hijos entre hombres y mujeres. La depresión también estaba relacionada con una edad ligeramente inferior al primer parto“, explicó la investigadora principal, Kateryna Golovina, del Helsinki Collegium for Advanced Studies.
El estudio también reveló que los hombres son más afectados por la depresión a la hora de querer tener descendencia; puesto que los hombres diagnosticados con la enfermedad tenían un 33% menos de probabilidades de tener un hijo que los hombres sin depresión; mientras las mujeres diagnosticadas con esta enfermedad tenían un 15% menos de probabilidades de tener un hijo que las mujeres sin padecerla.
Importancia de la prevención y el tratamiento de la depresión
El estudio sostiene que los resultados tienen implicaciones clínicas, ya que sugieren que la enfermedad es uno de los factores que contribuyen a la probabilidad de tener hijos, razón por la cual la prevención precoz y el tratamiento a tiempo de la depresión son cruciales.
“En general, nuestros resultados ofrecen otra motivación para proporcionar servicios de salud mental accesibles a los jóvenes; aplicar intervenciones y terapias de bajo umbral”, afirma el profesor Marko Elovainio, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Helsinki.