Siempre estamos pensando en lo mejor para ustedes nuestros lectores, sobre todo como tener una sexualidad saludable. Pero, cuando una persona decide dejar de hacer el «fukun fukun»; por elección personal, circunstancias temporales o cualquier otra razón el cuerpo puede experimentar una serie de cambios y adaptaciones.
Sin duda, la ausencia puede tener efectos en diversos aspectos físicos, emocionales y hormonales. A lo largo de esta exploración, examinaremos algunos de los posibles efectos que podrían ocurrir cuando se deja de tener el «fukun fukun».
No obstante, es importante recordar que cada individuo es único y que los efectos pueden ser diferentes para cada uno. Esto es lo que puede esperar que suceda cuando no tengas relaciones sexuales regulares, según dijo a dijo a Reader’s Digest, Sari Cooper, LCSW, terapeuta sexual certificada.
Pierdes la libido: Según la experta, «algunas personas que optan por abstenerse de tener relaciones sexuales tienden a experimentar una disminución en su energía sexual y apetito sexual, lo que puede hacer que se sientan más lentas», pero esto no sucede en todas las personas, pues otras tiene un deseo del el «fukun fukun» más intenso después de un periodo de abstinencia.
Recomendado por expertos el «fukun fukun» es bueno para la salud vaginal
Paredes vaginales debilitadas: Esta consecuencia aplica mayormente a las mujeres en menopausia, debido a que no tener relaciones sexuales mientras envejeces puede debilitar tus paredes vaginales y provocar relaciones sexuales dolorosas cuando decidas intentarlo de nuevo.
La Sociedad Norteamericana de Menopausia recomienda sexo con penetración para una buena salud vaginal.
Estrés: El sexo puede actuar como un alivio del estrés y la ansiedad para muchas personas. Si se disminuye la actividad del «fukun fukun», podría influir en la capacidad del cuerpo para manejar el estrés de manera efectiva.
Hombres, probable disfunción eréctil: La abstinencia parece aumentar la probabilidad de disfunción eréctil, como encontró un estudio de 2008 publicado en el American Journal of Medicine, cabe resaltar que esta investigación fue especialmente de hombres mayores.