Cada día, perder unos cuantos cabellos es normal, pero cuando la caída se intensifica; podría estar relacionada con un factor subestimado por el estrés.
Investigadores de la Universidad de Harvard, revelaron que el estrés crónico desencadena la segregación de hormonas que afectan el folículo piloso; induciendo una fase de reposo prolongada que propicia la pérdida capilar y obstaculiza la regeneración.
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La Academia Estadounidense de Dermatología, establece que las personas sanas pueden perder entre 50 y 100 hebras de cabello diariamente. Sin embargo; un aumento en este número podría señalar el efluvio telógeno, una condición de caída excesiva de cabello.
Andrés Martínez, CEO de Mediarte, explica que el estrés crónico acelera la transición del folículo piloso al estado de reposo, provocando una mayor pérdida capilar en semanas. Martínez destaca que situaciones tensas; como problemas familiares o pérdida del empleo, pueden desencadenar un tipo especial de caída capilar denominado efluvio telógeno por estrés.
¿El estrés está afectando la salud de tu cabello?
Aunque la mayoría de los casos se resuelven espontáneamente al eliminar la fuente de estrés, la preocupación emocional exacerbada complica el cuadro. El especialista recomienda abordar el estrés mediante terapia psicológica, yoga, meditación y actividad física. Además, una dieta equilibrada, sueño adecuado y el uso de productos capilares especializados pueden estabilizar el problema.
Martínez, insiste en la importancia de consultar a un experto para descartar otras causas subyacentes. El tratamiento integral incluye terapias tópicas, inyecciones de nutrientes y terapia láser de bajo nivel, según la severidad.
Con el enfoque adecuado, la mayoría de los casos son reversibles; pero la prontitud en el control del estrés y el inicio de la terapia capilar especializada aumentan las posibilidades de éxito.
Se aconseja, usar agua fría para lavar el cabello, productos especializados y mantener una dieta equilibrada para la salud capilar. En última instancia, la pérdida de cabello por estrés no debería ser subestimada, y abordarla temprano; puede marcar la diferencia en la recuperación de una cabellera sana y fuerte.