Un estudio reciente, llevado a cabo por investigadoras de la facultad de medicina de la Universidad de Vermont; ha arrojado resultados sorprendentes sobre la relación entre el tipo de sangre y la salud cerebral.
Publicado en la revista médica Neurology de la Academia Estadounidense de Neurología, el estudio forma parte del proyecto «Regards«; que siguió a cerca de 30,000 individuos durante más de tres años para investigar las razones detrás de las diferencias geográficas y raciales en los accidentes cerebrovasculares.
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Los investigadores observaron a 495 personas, que inicialmente no presentaban problemas de memoria pero desarrollaron deterioro cognitivo durante el estudio. Estas personas se compararon con 587 individuos; que se mantuvieron mentalmente saludables.
Un hallazgo interesante, fue que las personas con tipo de sangre AB tenían un 82% más de riesgo de experimentar dificultades cognitivas; que podrían conducir a la demencia en comparación con otros grupos sanguíneos.
¿Tipo de sangre propenso a pérdida de memoria?
El estudio también evaluó los niveles de factor VIII en la sangre, una proteína vital en los procesos de coagulación. Los participantes con sangre AB tenían niveles más altos de factor VIII; lo que aumentaba sus probabilidades de desarrollar problemas de pensamiento y memoria en un 24% en comparación con aquellos con niveles más bajos de la proteína.
Aunque estos resultados, arrojan luz sobre una posible conexión entre el tipo de sangre y el deterioro cognitivo; se debe tener en cuenta que factores como la presión arterial alta, el colesterol elevado y la diabetes, también aumentan el riesgo de problemas de memoria y demencia.
Para mantener un cerebro saludable y prevenir problemas de memoria, los expertos recomiendan mantener la presión arterial y el colesterol bajo control, vigilar el azúcar en la sangre y aprender constantemente.
Además, se destacan prácticas como la actividad física regular; la estimulación mental a través de juegos y actividades creativas, la socialización, el sueño adecuado y una dieta equilibrada rica en frutas y verduras.
