El respirar por la boca mientras se duerme es más común de lo que piensas, y aunque muchos lo hacen a decir verdad es una fuente incesante de problemas, y contario a lo que debería pasar que es tener un sueño reparador para que el cuerpo funcione correctamente, lo que no ocurre cuando respirar por la boca.
La respiración por la boca en adultos puede provocar trastornos del sueño, fatiga, mala calidad de vida y disminución de la productividad, ya que al tener la boca abierta toda la noche para poder respirar al dormir, el flujo de saliva en la boca se reduce, creando propensión a padecer caries, mal aliento y acumulación de bacterias, además de sentir la boca seca constantemente.
La respiración bucal también está relacionada con la mordida abierta, el paladar estrecho y la mandíbula retraída.
«La boca no está diseñada para respirar. La mucosa nasal es un filtro, impide que las partículas entren en el organismo, previniendo las infecciones. Por otro lado, los cornetes nasales regulan la temperatura y humedad del aire que respiramos. Si esta barrera no existe serán más frecuentes las faringitis, la sequedad de boca, y la rinorrea. Dormir con la boca abierta también nos hace más propensos a padecer caries dental, pues varía el pH de la cavidad oral y favorece la colonización de microorganismos”, dicen los especialistas.
Estos son los problemas que puede causarte al respirar por la boca mientras dormís
Y cuidado porque la boca seca también va más allá del mal aliento; es una de las causas principales de la inflamación. Cuando las áreas que normalmente se encuentran húmedas – como la boca y la garganta – se mantienen secas durante horas todas las noches, esta inflamación prolongada puede llevar a enfermedades bucales como candidiasis o enfermedad gingival.
De hecho, la evidencia muestra que la inflamación causada por las enfermedades bucales puede aumentar el riesgo de infarto y de desarrollar enfermedades cardíacas. Otros trastornos relacionados con respirar por la boca durante la noche, tales como la apnea del sueño, también pueden provocar una carga indebida al corazón.
Además, la respiración constante por la boca al dormir, sobre todo cuando ocurre desde una edad temprana, modifica el desarrollo facial en crecimiento. Si el problema no es detectado y tratado a tiempo puede provocar cambios en la cara como rostro alargado, presencia de ojeras, barbilla retraída, hundida o hacia atrás, nariz caída o con forma de gancho, fosas nasales estrechas, paladar estrecho, dientes torcidos y mala postura del cuello y en general.
Cuando alguien no respira bien, no duerme bien y no oxigena adecuadamente, entrando en un ciclo de cansancio e irritabilidad que les hace estar estresados, olvidadizos, somnolientos, fatigados y no tan felices como podrían estar.
Quienes respiran por la boca también tienen mayores probabilidades de experimentar problemas digestivos, fatiga crónica, dolores de cabeza al despertar y garganta irritada.