El virus del Covid-19, y la cuarentena enlazada a él, nos ha empujado aún más al uso excesivo de dispositivos tecnológicos como computadores, celulares y tablets, para llevar a cabo el ya bastante mencionado teletrabajo o telestudio, este uso excesivo de dispositivos tecnológicos aumentaría las posibilidades de adquirir el síndrome de túnel metacarpiano (STC).
“Cuando sobrecargamos la zona de la muñeca o el antebrazo, con posiciones mantenidas, trabajo repetitivo como el del teclado por ejemplo o cualquier trabajo de manipulación que sea constante, lo que sucede es que comienzan las complicaciones en la zona como dolor, adormecimiento de la mano, y molestias en la muñeca”, indicó Gabriel Carvajal, kinesiólogo deportivo.
Síntomas
Los síntomas del síndrome del túnel carpiano suelen comenzar progresivamente e incluyen los siguientes:
Hormigueo o entumecimiento. Puedes experimentar hormigueo y entumecimiento en los dedos o en la mano. Generalmente, los dedos afectados son el pulgar, el índice, el medio o el anular, pero no el dedo meñique. Podrías sentir una sensación parecida a una descarga eléctrica en estos dedos.
La sensación puede ir desde la muñeca hasta el brazo. Estos síntomas suelen presentarse mientras se sostiene el volante, el teléfono o el periódico, o pueden despertarte cuando estás durmiendo.
Muchas personas «sacuden» las manos para intentar aliviar los síntomas. La sensación de entumecimiento puede volverse constante.
Debilidad. Puedes experimentar debilidad en la mano y dejar caer objetos. Esto puede ser por el entumecimiento de la mano o la debilidad de los músculos del dedo pulgar que hacen el movimiento de pinza, los cuales también son controlados por el nervio mediano.
Cuándo debes consultar a un médico
Consulta a tu médico si tienes signos y síntomas del síndrome del túnel carpiano que interfieren con tus actividades normales y tus patrones de sueño. Pueden producirse daños permanentes en los nervios y los músculos sin tratamiento.
Causas
El síndrome del túnel carpiano es causado por presión en el nervio mediano.
El nervio mediano se extiende desde el antebrazo, a través de un pasaje en la muñeca (túnel carpiano) hasta la mano. Proporciona sensación a la palma del pulgar y los dedos, excepto el meñique. También emite las señales nerviosas para mover los músculos que rodean la base del pulgar (función motora).
Cualquier cosa que apriete o irrite el nervio mediano en el espacio del túnel carpiano puede provocar el síndrome del túnel carpiano. Una fractura de muñeca puede estrechar el túnel carpiano e irritar el nervio, al igual que la hinchazón e inflamación causada por la artritis reumatoide.
Muchas veces, no hay una sola causa para el síndrome del túnel carpiano. Puede haber una combinación de factores de riesgo que contribuya al desarrollo de esta afección.
Factores de riesgo
Se ha asociado una cantidad de factores con el síndrome del túnel carpiano. Aunque no causen directamente el síndrome del túnel carpiano, pueden aumentar el riesgo de irritación o daño al nervio mediano. Algunos de ellos son los siguientes:
Factores anatómicos. Una fractura o una dislocación de muñeca, o una artritis que deforme los pequeños huesos de la muñeca, pueden alterar el espacio dentro del túnel carpiano y ejercer presión sobre el nervio mediano.
Las personas que tienen túneles carpianos más pequeños tienen más probabilidades de padecer el síndrome del túnel carpiano.
Sexo. El síndrome del túnel carpiano suele ser más frecuente en las mujeres. Esto podría ser porque la zona del túnel carpiano es relativamente más pequeña en las mujeres que en los hombres.
Las mujeres que tienen el síndrome del túnel carpiano también pueden tener túneles carpianos más pequeños que las que no padecen la afección.
Afecciones que provocan lesiones a los nervios. Algunas enfermedades crónicas, como la diabetes, aumentan el riesgo de lesión a los nervios, incluida la lesión al nervio mediano.
Afecciones inflamatorias. La artritis reumatoide y otras afecciones que tienen un componente inflamatorio pueden afectar el revestimiento alrededor de los tendones de la muñeca y ejercer presión sobre el nervio mediano.
Medicamentos. Algunos estudios han demostrado una relación entre el síndrome del túnel carpiano y el uso de anastrozol (Arimidex), un medicamento utilizado para tratar el cáncer mamario.
Obesidad. Ser obeso es un factor de riesgo para el síndrome del túnel carpiano.
Cambios en los líquidos corporales. La retención de líquidos puede aumentar la presión dentro del túnel carpiano e irritar el nervio mediano. Esto es común durante el embarazo y la menopausia. El síndrome del túnel carpiano asociado al embarazo suele mejorar solo después del embarazo.
Otras afecciones. Ciertas afecciones, como la menopausia, los trastornos tiroideos, la insuficiencia renal y el linfedema, pueden aumentar las posibilidades de padecer el síndrome del túnel carpiano.
Factores del lugar de trabajo. El trabajo con herramientas vibratorias o en una línea de montaje que requiere una flexión prolongada o repetitiva de la muñeca puede crear una presión perjudicial en el nervio mediano o empeorar el daño existente en el nervio, especialmente si el trabajo se realiza en un ambiente frío.
Sin embargo, las pruebas científicas son contradictorias, y estos factores no se han establecido como causas directas del síndrome del túnel carpiano.
Varios estudios evaluaron la posible relación entre el uso de la computadora y el síndrome del túnel carpiano. Algunas pruebas sugieren que el problema puede ser el uso del mouse y no el uso del teclado. Sin embargo, no se han hallado suficientes pruebas de calidad y consistencia para respaldar el uso extendido de la computadora como un factor de riesgo del síndrome del túnel carpiano, aunque este puede causar una forma diferente de dolor en la mano.
Prevención
No hay estrategias probadas para prevenir el síndrome del túnel carpiano, pero se puede minimizar la tensión en las manos y muñecas con estos métodos:
Reduce la fuerza y relaja el agarre. Si tu trabajo supone el uso de una caja registradora o un teclado, por ejemplo, presiona las teclas suavemente. Para escribir a mano durante un tiempo prolongado, usa una lapicera grande que tenga un adaptador de agarre suave y de gran tamaño, así como tinta fluida.
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Toma descansos cortos y frecuentes. Estira y flexiona suavemente las manos y muñecas en forma periódica. Cuando sea posible, cambia de tarea. Esto es especialmente importante si se utiliza un equipo que vibra o que requiere que se ejerza una gran cantidad de fuerza. Incluso unos pocos minutos cada hora pueden tener un efecto positivo.
Cuida tu posición. Evita doblar demasiado la muñeca hacia arriba o hacia abajo. Una posición media y relajada es lo mejor. Mantén el teclado a la altura del codo o ligeramente más bajo.
Mejora tu postura. La postura incorrecta hace que los hombros se vayan hacia adelante, lo que acorta los músculos del cuello y los hombros, y comprime los nervios del cuello. Esto puede afectar a las muñecas, los dedos y las manos, y puede causar dolor en el cuello.
Cambia el mouse de la computadora. Asegúrate de que el mouse de la computadora sea cómodo y no te fuerce la muñeca.
Mantén las manos calientes. Es más probable que padezcas dolor y rigidez en las manos si trabajas en un lugar frío. Si no puedes controlar la temperatura en el lugar de trabajo, usa guantes sin dedos que mantienen las manos y las muñecas calientes.
Por Mayoclinic