En la búsqueda de mantener una memoria aguda y saludable, la conexión entre la alimentación y la función cerebral se vuelve evidente. Algunos alimentos destacan por potenciar actividades mentales como la atención, la concentración y la memoria, mientras que otros pueden tener efectos negativos.
La Dra. Uma Naidoo, directora de Psiquiatría Nutricional en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, destaca cinco alimentos que podrían comprometer la capacidad de concentración y memoria. Las comidas ultraprocesadas, ricas en ingredientes poco saludables, pueden acortar los telómeros y contribuir a enfermedades degenerativas prematuras.
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Asimismo, los aceites altamente procesados, como los de soja y maíz, contienen ácidos grasos omega-6 en exceso, que podrían inflamar el cerebro. La Dra. Naidoo sugiere opciones más saludables, como aceite de aguacate o de oliva.
El consumo excesivo de azúcares añadidos y refinados también se vincula con deficiencias en la memoria. No solo los alimentos dulces, sino también salsas y sopas enlatadas entran en esta categoría. Optar por versiones caseras se presenta como la alternativa más saludable.
¿Sabías que tu dieta influye en tu memoria?
Los alimentos fritos, al afectar la cognición y la memoria, deben ser reemplazados por métodos de cocción más saludables, como el horno, la cocción al vapor o las freidoras de aire.
Además, el uso de sustitutos endulzantes artificiales, como la sacarina, podría alterar la microbiota intestinal, afectando el estado de ánimo y, por ende, las capacidades cognitivas. La miel, la fruta del monje o el azúcar de coco se proponen como opciones más nutritivas.
Por otro lado, la pérdida de memoria no es exclusiva de la vejez. Factores como la falta de actividad física, la carencia de estimulación mental, el aislamiento social, la desorganización y la mala calidad del sueño pueden contribuir a este fenómeno.
Adoptar hábitos saludables, como la práctica regular de ejercicio, el estímulo mental, la interacción social, la organización y el sueño adecuado, se postulan como medidas preventivas para mantener una memoria nítida y funcional.
